Con todas las reformas estructurales aprobadas este año, sobre todo la energética, no hay ningún pretexto para que el presidente Enrique Peña Nieto no entregue buenos resultados al término de su gestión, aseguró el nuevo secretario de asuntos jurídicos del PRI, Sadot Sánchez Carreño.

Incluso dijo que el Presidente ha asumido los costos políticos que estos cambios entrañan en el sentir de la ciudadanía.

En entrevista, el ex senador oaxaqueño advirtió que estos cambios no se reflejarán de inmediato, pero que a mediano y largo plazos seguramente se verá el éxito anunciado. El responsable directo es el Presidente, y el partido estará respaldándolo totalmente con un apoyo absoluto a su política, dijo.

–Siendo presidente, Peña pasará a la historia, pero aún está en duda cómo lo calificarán las generaciones por venir.

–Así es. La historia y sobre todo las generaciones tendrán ese derecho, como lo han tenido otras al juzgar el trabajo de los presidentes en turno. Pero hoy podemos decir que auguramos una calificación positiva y una gestión de una profunda transformación para nuestro país.

Sadot Sánchez, quien fue elegido para este encargo en la reunión del Consejo Político Nacional del PRI, en noviembre pasado, habló de la trascendencia que tuvo el Pacto por México para lograr las reformas estructurales que necesitaba el país; la paulatina judicialización de la democracia, como algo positivo, y del trabajo que desarrolla el partido para continuar la racha ganadora en los comicios federales intermedios de 2015.

–¿Con la aprobación de la reforma energética y la salida del PRD, se podría decir que el pacto se acabó?

–El pacto fue un instrumento útil; posiblemente siga, pero lo fundamental, creo, es que se lograron acuerdos, respecto de lo que más nos interesaba: la transformación educativa, en lo fiscal, de telecomunicaciones y sobre todo la reforma energética, además de los cambios político y electoral.

Destacó que este acuerdo de negociación política entre los principales partidos y el gobierno fue extraordinariamente positivo, pues se lograron la mayoría de los 95 puntos inicialmente acordados.

Y estos acuerdos se dieron “tras varios lustros de impasse, en que lo único que nos repartíamos –dijo– eran culpas y responsabilidades de cambios deseados, pero nunca concretados. En cambio hoy, con el pacto todas las fuerzas se pusieron la camiseta de México y privaron los intereses nacionales por encima de los partidistas”.

Sadot Sánchez califica de positiva la paulatina judicialización de la democracia. Desde su perspectiva, para el desarrollo de las actividades dentro de la política y la democracia son necesarios dos elementos fundamentales: orden y legalidad.