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Destinó este año a esos rubros sólo 0.32 por ciento del producto interno bruto

El gobierno incumple la ley al realizar magra inversión en ciencia y tecnología

Informe legislativo revela que la mayor parte de recursos se ocupan en sueldos y prestaciones sociales

 
Periódico La Jornada
Domingo 29 de diciembre de 2013, p. 4

El gobierno federal destinó durante el presente año únicamente 0.32 por ciento del producto interno bruto (PIB) al desarrollo de la ciencia y la tecnología. La Ley General de Educación, en su artículo 25, relacionado con el artículo 9 bis de la Ley de Ciencia y Tecnología, obliga a la administración a invertir uno por ciento del PIB en esos rubros.

El presupuesto público federal para ciencia, tecnología e innovación 2013-2014, analizado por la Dirección General de Servicios de Documentación e Información de la Cámara de Diputados durante 2012, registra un monto de 0.29 por ciento del PIB. Estas cifras no encuentran referente con las aportadas por otros integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), organismo que destaca a naciones como Suecia, que gasta en ciencia y tecnología 3.49 por ciento de su PIB; Corea y Finlandia, 3.5 por ciento; Singapur y Taipéi, 2.6 por ciento, o China y Rusia, que invierten para las mismas actividades 1.12 por ciento.

El estudio sobre lo que destina México a dichos rubros, elaborado por el investigador parlamentario Reyes Tépach, refiere que la teoría económica establece una relación directa entre el crecimiento de la actividad económica de un país con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, ya que los factores tradicionales (tierra, trabajo y capital) incrementan su productividad ante la presencia de un mayor gasto en investigación y desarrollo, completándose el engranaje con el impulso de infraestructura, la gestión empresarial y las características relacionadas con la cultura laboral y las pautas de acción de la población.

El órgano legislativo advierte que el actual contexto de globalización e integración de los mercados a escala internacional somete a las economías a una constante competitividad, subsistiendo aquellas empresas que aumenten su productividad con la incorporación de mejoras tecnológicas y capital humano de la más alta calificación.

En México, además del escaso volumen de los recursos destinados a la ciencia y tecnología, se presenta un problema de igual relevancia cuando se aplican dichos recursos, pues 86.54 por ciento se destina a gasto corriente, con el que se cubren los rubros de servicios personales (sueldos y prestaciones de seguridad social), gastos de operación para que las organizaciones operen adecuadamente, y subsidios. Únicamente 13.46 por ciento se dirige al gasto de inversión, necesario para la modernización y ampliación de las actividades relacionadas con ese ámbito profesional.

Para el ejercicio fiscal que concluye, las fuentes de recursos públicos más importantes para estos rubros fueron el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que destinó 31 mil 586 millones de pesos, y la Secretaría de Educación Pública, que ocupó de su enorme presupuesto 9 mil 824 millones de pesos.

Del gasto para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, asignado a los centros de investigación universitaria, sobresale el que ocupará para 2014 la Universidad Nacional Autónoma de México, con 6 mil 12 millones de pesos. Le sigue el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, con mil 367 millones, y el Instituto Politécnico Nacional, que aplicará mil 270 millones.

En el proyecto de presupuesto para el año próximo, enviado por el Ejecutivo federal, el monto de los recursos se elevaba a 56 mil 267 millones de pesos, en comparación con los 48 mil 50 millones que se ejercieron en 2013, por lo que el gasto crecería en 8 mil 157 millones de pesos para 2014.

Una vez que los diputados aceptaron la propuesta del gobierno federal, éste dividirá de la siguiente forma esos recursos:

Para investigación científica y desarrollo tecnológico, 10 mil 189 millones de pesos; becas de posgrado y otras modalidades de apoyo a la calidad, 7 mil 840 millones; Fondo de Investigación en Materia de Energía, 4 mil 249 millones; innovación tecnológica para negocios de alto valor agregado, 4 mil; investigación científica y elaboración de publicaciones, 3 mil 805 millones; Sistema Nacional de Investigadores, 3 mil 722 millones; Programa de Innovación, Investigación, Desarrollo Tecnológico y Educación, 3 mil 568 millones; apoyos institucionales para actividades científicas, tecnológicas y de innovación, 3 mil 202 millones; investigación y desarrollo tecnológico en salud, 2 mil 37 millones, y actividades de apoyo administrativas, mil 717 millones de pesos.