Sábado 21 de diciembre de 2013, p. 14
El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN entregó el premio de antigüedad al investigador mexicano Pablo Rudomín Zevnovaty, quien cumplió más de 52 años de actividad científica y académica en la institución. Considerado uno de los neurofisiólogos más reconocidos por la comunidad científica nacional e internacional y galardonado con el premio Príncipe de Asturias 1987, señaló en su discurso de agradecimiento que el Cinvestav es el lugar donde ha tenido la posibilidad de desarrollar su trabajo, formar estudiantes y rodearse de grandes colegas como el primer director del centro, Arturo Rosenblueth, así como de Jerzy Plebanksy, Arturo Álvarez-Buylla, Carlos Méndez, Hugo Aréchiga y José Adem, entre otros. Afirmó que una de las virtudes del Cinvestav es que le permite como investigador emérito seguir desarrollando su trabajo por más tiempo. Destacó que desde su creación el Centro fue punta de lanza en investigación, al establecer un nuevo concepto de hacer ciencia, algo que hoy está fortaleciendo, pues se encamina hacia un concepto más integral y multidisciplinario en investigación, que requiere la colaboración de muchos grupos, una tendencia muy actual a la que no debemos sustraernos
. Para el investigador del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, la ciencia es su pasión. Por ello, actualmente trabaja en el estudio de cómo las neuronas de los individuos cambian sus relaciones funcionales durante los procesos patológicos, desde una inflamación hasta una lesión en el nervio.