Después de un año de trabajo, un grupo de especialistas del IPN en diabetes mellitus, encabezado por Jéssica Elena Mendieta Wejebe, ha concluido la primera parte de un proyecto de investigación cuyos objetivos son unir moléculas para bajar los niveles de azúcar en la sangre, reducir la oxidación y disminuir los daños al hígado por consumo de fármacos durante el tratamiento. La investigación, que suma un año y requiere dos o tres más, recibió hace unas semanas el Premio Antonio López de Silanes Sénior en investigación en diabetes, parte de los Premios Bienales Funsalud 2013. El estudio es importante porque dicha enfermedad ocupa el segundo lugar en morbilidad y mortalidad en el país, después de la obesidad, además de que ambas están asociadas. La investigacion consta del diseño, síntesis y evaluación experimental de unos compuestos derivados de ciertos hipoglucemiantes para generar moléculas con más potencia farmacológica, comenta Mendieta. Lo que se pretende con esas moléculas, explica, es que aparte de que disminuyan los niveles de glucosa en la sangre, también combatan los radicales libres, es decir, el efecto oxidativo asociado a la diabetes, además de proteger al hígado de los efectos tóxicos de los actuales fármacos en el mercado. Dice que ya se tiene el diseño de las moléculas, pero apenas se harán las evaluaciones teóricas, mediante métodos computacionales, sobre el blanco farmacológico. Si se observa que tienen interacción con ese blanco, agrega, se procedería a hacer la síntesis y evaluación de los mismos. Una vez realizadas las pruebas clínicas –farmacocinética, farmacodinamia, estudios de toxicidad, que no cause mutagénesis ni teratogénesis, entre otras–, se procedería a hacer el patentamiento de la misma, explica. Con estos compuestos se pretende que no se produzcan las complicaciones crónicas de la enfermedad. Uno de los procesos o detonantes de las complicaciones crónicas es la producción del estrés oxidativo. Lo que se quiere es prevenir ese estrés para evitar dichas complicaciones crónicas.