Bravuconería desatada
Llagas: médico Osorio
Hipocresía: siquiatra Beltrones
Agallas de EPN: C. Camacho
os altos mandos priístas consideran que ha llegado el momento de liberar la oratoria descarnada, amenazante incluso, que mantuvieron en obligado resguardo mientras corrían los trámites para la aprobación de la reforma energética. El secretario de Gobernación, el comandante en jefe de las operaciones legislativas en San Lázaro y el presidente formal del partido de tres colores han saltado a los micrófonos, en coincidencia que no puede entenderse sin la aprobación o estímulo de Los Pinos, para arremeter discursivamente contra los opositores al paquete reformista en general y, muy en especial, al segmento energético.
A pesar del papel clave que le corresponde en la atención de los conflictos políticos y la búsqueda de resolverlos, o cuando menos suavizarlos, para lo cual es fundamental que se esmere en no atizar fuegos ni descalificar a aquellos con quienes debería negociar, Miguel Ángel Osorio Chong defendió la reforma energética en términos poco conciliatorios, pues acusó a quienes la critican, de alentar el encono, el enfrentamiento, la construcción de nada y estar anclados en el pasado
, según nota de Georgina Saldierna en el portal de La Jornada.
No es poca cosa que el político hidalguense, que insólitamente concentra en sus manos operaciones políticas y mando policiaco, acuse así a una considerable porción de ciudadanos activamente opositores a dicha reforma. Ha de entenderse, a partir de las precisiones conceptuales del funcionario de Bucareli, que los mexicanos que se manifiesten en las calles y de diversas formas contra modificaciones constitucionales que consideran altamente lesivas del interés nacional, son una suerte de enfermos sociales a los que no debe tenerse consideración alguna, dedicados a la reyerta por sí misma, entes destructivos que alientan el encono
, entendiéndose éste, conforme a la Real Academia Española, como animadversión, rencor arraigado en el ánimo
o llaga con supuración
.
La conceptualización de la disidencia cívica como llaga que supura (¿y las autoridades como médicos de cabecera, obligados a restituir la salud pública aun contra la resistencia del insano paciente, imponiendo incluso cuarentenas para evitar contagios?) había tenido como antecedente el diagnóstico clínico del facultativo Manlio Fabio Beltrones. Con aire de circunstancias, el coordinador de los diputados federales priístas y virtual mandamás de la cámara correspondiente había dado a conocer un día atrás los resultados de sus estudios de personalidad de los opositores. Los acusó de fingir lo que no sienten de verdad.
Más que desde una curul de San Lázaro, la descripción parecería venir de un diván de siquiatra social: el debate con quienes rechazan el reformismo peñista no se dará con descalificaciones ni simplemente con consignas maniqueas entre pretendidos nacionalistas hipócritas y entre aquellos que sí estamos pensando que los cambios son obligados
. El dilema, dijo, es no hacer nada o seguir a aquellos que no proponen nada y se quedan paralizados por el tiempo y la derrota. Hoy avanzamos aquellos que quisimos construir. Y atrás se quedaron los que no tienen nada que ofrecer más que su amargura
(nota de Enrique Méndez y Roberto Garduño en La Jornada). Lo bueno es que el sonorense, ahora especializado en enfermedades mentales de tipo político, no recurrió a ningún maniqueísmo a la hora de repartir a los mexicanos entre malos (hipócritas y amargados) y buenos (constructores, avanzados).
A César Camacho, el mexiquense que preside formalmente el PRI nacional, le habría correspondido de manera natural asumir un papel de gladiador al estilo de Osorio Chong o Beltrones, pero prefirió quedarse en el elogio directo, personalísimo, al ocupante de Los Pinos. En Colima, a donde fue a escuchar el informe del gobernador Mario Anguiano, dijo a reporteros que la reforma energética va a quitar el freno al desarrollo
y va a ubicar en una plataforma de despegue económico a un país que durante muchos años esperó un gobernante con suficientes agallas, con una visión moderna de la economía y con un sentido de responsabilidad como el que Enrique Peña Nieto ha demostrado tener
. La profecía se ha cumplido, pudo haber dicho el ex gobernador del estado de México, pues ha llegado el Mesías del Petróleo, el siempre esperado, el salvador que sí tuvo arrestos y valentía.
En otras circunstancias, reunido con periodistas, el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, también fijó postura respecto al principal punto actual de disenso en el país. Las reformas aprobadas este año, dijo, han sentado las bases que permitirán llevar al país a su máximo potencial
(¿¡Descansen, ya!?). La disposición y el ánimo propositivo deben transformarse, ahora, en voluntad nacional, que es el esfuerzo convergente de todos los sectores de la sociedad que permitirá la materialización de acciones tangibles que beneficien a los mexicanos, según nota de Jesús Aranda.
Astillas
Las primeras versiones señalaban que militares perseguían a presuntos delincuentes que atropellaron y mataron a cinco estudiantes en Reynosa. El parte oficial dice ahora que no había ninguna persecusión castrense.
En Michoacán, los grupos de autodefensa avanzan y van tomando nuevas posiciones, en episodios que hacen recordar pasajes periodísticos y literarios anteriores a 1910.
El general Jesús Gutiérrez Rebollo, quien murió ayer, fue de los primeros altos funcionarios federales de la lucha contra el narcotráfico luego consignados por practicar lo mismo que oficialmente decían combatir.
Y, mientras el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, evita que su informe de gobierno quede circunscrito a esa entidad y, en un gesto de generosidad en espera de premios en 2018, ha decidido compartir cuando menos algunos rasgos (sobre todo los faciales de él mismo) en otras partes del país, como el estado de México y el Distrito Federal, ¡feliz fin de semana!
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