Viernes 20 de diciembre de 2013, p. 32
Washington. El Banco Mundial (BM) adoptó una postura atrevida al afirmar su presidente, Jim Yong Kim, que la corrupción en el nivel público y privado es el azote del mundo en vías de desarrollo. La institución, reacia desde hace tiempo a abordar la corrupción por quererse mantener alejada de la política, dijo que tenía intención de contratar a más expertos en materia de cumplimiento de la ley y en otros asuntos de gobernanza. Kim sostuvo que la corrupción debe situarse en el centro de las labores del banco de desarrollo. Cada dólar que un cargo público o de una empresa corrupta mete en su bolsillo es un dólar robado a una embarazada que necesita cuidados para la salud
, precisó Kim. En el mundo en vías de desarrollo la corrupción es el enemigo público número uno
. El anuncio muestra lo mucho que el banco ha cambiado desde los años 90, cuando la corrupción era un tema tabú en una institución que tiene 188 países miembros y rehuye tomar una posición clara. El ex presidente de la institución Jim Wolfensohn planteó el tema en un discurso en 1996, calificando la corrupción de un cáncer
al que los países deben hacer frente, pese a las advertencias para evitar el tema. “Me dije ‘¿Por qué no usar la palabra?’”, recordó Wolfensohn el jueves. “Y (un asesor) agregó ‘bueno, la mitad de tus directores representan a países corruptos’”.