Los años que puede durar la realización de una película se ven recompensados cuando se ganan no sólo premios, sino también reconocimientos.

Ese fue el caso para el guanajuatense Amat Escalante, quien en 2013 obtuvo el galardón como mejor director en el Festival Internacional de Cine de Cannes.

Apenas el fin de semana pasado, en Cuba, su cinta Heli –historia de amor entre una niña y un joven cadete, enmarcada en el rudo México de hoy– ganó el primer Premio Coral del festival de cine de La Habana, máximo galardón de esa muestra por su enfoque original, personal y poético de la violencia en México, dijo el jurado.

Por ese largometraje, Martin Scorsese, presidente del jurado en el pasado festival de Marrakech, recomendó a los organizadores del encuentro que Escalante fuera parte del grupo de actrices, actores y directores que elegiría a los mejores filmes de ese foro.

Heli, que logró venderse en más de 30 países y convertirse en la propuesta de México para competir por un lugar en la categoría de mejor película extranjera para la próxima ceremonia de los Óscar, se lanzará en devedé el próximo 30 de diciembre.

La película conmovió en su paso por diversos festivales internacionales, por tratarse de un retrato honesto de lo que se vive en un país violento.

“Heli es una película de sentimiento más que de denuncia. Todos los que están fuera de México saben lo que pasa aquí. No es una reportaje. Traté de no intelectualizar, sólo de observar”, comenta Amat Escalante a La Jornada.

En la cinta, Estela, una niña de 12 años, se enamora de un joven cadete. Es un amor platónico que se da en un contexto social complejo, de contrastes.

No quise mostrar la violencia, sino más bien lo cotidiano, por eso no hay intelectualización, afirma el también realizador de Sangre y Los bastardos.

–¿Cómo ve al país?

–Es un país de contrastes violentos. No se trata de violencia física. Lo violento es la desigualdad. Eso en México está cabrón, y en el Distrito Federal se acentúa más. Hay muchas cosas bonitas de nuestro país, pero también muchas que, en lo personal, desesperan, como la desigualdad.

Para Escalante, hay una especie de saneamiento luego de lograr estas historias. “Es una catarsis. La violencia es algo que simplemente explota, como en Los bastardos, que literalmente estalló (luego de que en una secuencia, unos inmigrantes mexicanos le vuelan la cabeza a una estadunidense con una escopeta)”.

Para él, hay un desequilibrio en México debido a que todo está enganchado con la televisión y los medios; ese control con el cual será difícil mejorar como sociedad. Todo está en contra, como la educación, que está perfectamente mal para que la televisión tome el control. Nos vende lo que quiere. Se aprovecha... La gente está siendo atontada, y esa es una arma muy peligrosa. Si nos libramos de ello, cambiará México y todo el teatro construido, caerá. Todo México sabe la realidad, pero hay algo que nos impide desatarnos las manos. Con el cine tratamos de hacer algo...

Amat Escalante revela que antes de hacer Heli no tenía una idea clara. Fue un proceso de tres años en los que constantemente escribía, buscaba cosas nuevas consciente para contar una historia coherente. Creo que la película fracasó en el sentido de distraer al espectador con cosas que no importan.

En el devedé de Heli se incluye material inédito, comentarios de Escalante y del director de fotografía Lorenzo Hagerman, así como secuencias eliminadas, un detrás de cámaras (hecho por el hermano de Amat) y galería de fotografías.