Después de 50 años de bregar, el dramaturgo Miguel Sabido (DF, 1938) logró presentar la noche del lunes una pastorela en el pórtico del Palacio de Bellas Artes.

“Acostumbrados a que el recinto de Bellas Artes es sólo para la alta cultura europea, finalmente me permitieron presentar la pastorela El ermitaño en el pórtico. Las autoridades culturales advirtieron, después de estos años, que las tradiciones populares pueden generar un tipo de cultura digna de cualquier escenario”, dice a La Jornada el autor y promotor cultural.

Encabezada por la actriz Lucila Mariscal y la cantante Irma Dorantes, la pastorela es una tradición navideña, una fiesta en torno a la renovación y la esperanza por el año venidero.

Los actores –con vestuario y una escenografía alusiva a la tradición alfarera de Metepec, estado de México– representaron la búsqueda de los pastores que al recibir la visita de un ángel deben partir para adorar al niño Jesús, pero un graciosos diablo se encarga de ponerles tentaciones para desviarlos de su camino.

Esta vez el dramaturgo incluyó el personaje de la pequeña Sor Juana Inés de la Cruz, quien de cinco años de edad va hacia Belén en compañía de su abuelo. Esto sirvió para incorporar los villancicos en náhuatl de la poeta para unir el México criollo y el indígena.

Contento por lo que considera algo excepcional: una pastorela en el máximo recinto cultural del país, Sabido reflexiona sobre su trabajo: He luchado durante 50 años para que no desaparezcan las tradiciones populares en el país, pero estoy solo, soy un loco que imparte talleres y gasto mi dinero. Ayer, por ejemplo, me prestaron el pórtico de Bellas Artes, pero el reparto, vestuario, producción, sonido y las luces las traje directamente de mi bolsillo porque quería hacer la pastorela.

De las pastorelas que se presentan actualmente en los foros considera que son “feas, bonitas, preciosas, tontas, inteligentes, pero las que él ha realizado se caracterizan porque siempre incluye poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, Ramón López Velarde, música de Manuel M. Ponce y eso agrada al público.

“Ayer –señala Sabido– asistieron 3 mil personas. La pastorela tuvo un alto nivel de profesionalismo y aunque hay para niños que son muy rudimentarias, todas valen y merecen que el gobierno les preste atención”.

Miguel Sabido, quien se ha encargado de redescubrir y revalorar nuestras raíces, recordó que en 1964 estableció una estructura dramática, la cual se basa en las tradiciones populares de las pastorelas. Fue en Tepotzotlán, estado de México, donde aplicó por primera vez dicho esquema en la Pastorela de Metepec.

De acuerdo con el dramaturgo, figuras como Frida Kahlo, Rufino Tamayo, Amalia Hernández y Juan Rulfo contribuyeron a difundir en el mundo nuestra identidad. Sin embargo, es urgente una política cultural federal que ayude a preservar las ceremonias populares que están en riesgo y que parece que no le importa a nadie que se acabe la danza de los moros y cristianos, las pastorelas y las adoraciones de reyes.

En opinión de Sabido se debe trazar una política cultural que integre todas las culturas porque México no es un país mestizo, sino pluricultural.