“Usted es un fiel seguidor de Aldous Huxley, cree en Un mundo feliz con esta reforma electoral que no existe”, increpó el consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) Marco Antonio Baños al panista Rogelio Carbajal. Y agregó: ¿usted cree que esta reforma va a corregir los problemas? No tenemos ningún ánimo de ser una oposición al proceso de reforma. Es un acto de responsabilidad que hagamos énfasis en las cuestiones técnicas que pueden generar una problemática.

Las suspicacias vertidas por el panista, quien sugirió que el IFE antes de convertirse en un obstáculo a la transformación del Instituto Nacional de Elecciones (INE) debería ser un facilitador (...) Me llama la atención que se escuchen voces desde el IFE que alimentan la duda al respecto. La velada imputación desató irritación de los consejeros que arremetieron contra el PAN y la reforma político electoral aprobada.

De inmediato, el consejero Lorenzo Córdova cuestionó al panista: “La incertidumbre no nace de esta mesa. Aquí mismo el PAN nos pidió, casi nos exigió, que hiciéramos llegar a las instancias legislativas nuestra opinión. Lo hicimos y no fuimos escuchados. La autoridad electoral no tiene por qué ser escuchada, pero actuamos con responsabilidad.

El beneficio de la duda

“Nosotros –continuo Córdova– no estamos dinamitando el proceso de reforma, simplemente hemos puesto sobre la mesa lo que es una posición unánime de especialistas electorales”. Recordó la postura de un senador panista, quien planteó que se le permitiera increpar que se estaba cambiando una ley que se basaba en la certeza para “otorgar el beneficio de la duda de una reforma que nadie conoce cómo vendrá la ley secundaria.

El consejero Benito Nacif negó categóricamente que haya cualquier actividad, indicio o asomo de que no hay colaboración de parte del IFE para que la próxima reforma, en el momento en que se apruebe, tenga éxito. Los consejeros que tenemos la responsabilidad de cuidar esta institución lo hacemos con responsabilidad, porque el IFE no sólo será la base del INE, sino la base de las instituciones democráticas de México.

El intercambio entre el PAN y los consejeros se desprendió de la discusión sobre el ajuste presupuestal de 500 millones de pesos al gasto operativo del IFE. El perredista Camerino Márquez reconoció que en las discusiones del nuevo diseño institucional de las autoridades electorales surgió un híbrido que no se ha concluido, porque hay resistencia de los gobernadores.

El petista Pedro Vázquez descalificó la reforma político electoral, porque fue utilizada como moneda de cambio de la reforma en materia energética. Hemos sido engañados nuevamente con mayor democracia y economía en lo referente a lo electoral, con promesas de mejoras económicas derivadas de la privatización petrolera.

Baños cuestionó los alcances de la reforma descalificando su viabilidad, por ejemplo, en materia de supervisión, ya que desaparece la Unidad de Fiscalización y se le confiere la facultad al Consejo General.

Ironizó sobre la forma como se utilizaría el secreto bancario para supervisar los partidos. ¿Qué va a ser con la fiscalización el Consejo General? ¿Qué hará con una distribución extraña de competencias entre los institutos locales y el INE? Nadie alimenta dudas, no hay voces que las alimenten, esta institución está siendo objetiva en presentar sus puntos de vista técnicos.

Carbajal reviró recordando la inconformidad panista frente al desenlace que dio el IFE al caso Monex. Aquí ha sido pública la desavenencia que existe respecto de la fiscalización. Lo dijimos a propósito de Monex y lo reiteramos con respecto a los gastos de campaña, mencionó el panista para justificar el cambio.

Durante la presentación del ajuste presupuestal, la consejera presidenta del IFE, María Marván, explicó que el presupuesto definitivo del IFE será de 7 mil 789 millones de pesos y señaló que el recorte será absorbido en 271 millones de la desaparición del fondo inmobiliario; 88.2 millones de pesos de partidas de oficinas centrales del capítulo 3 mil y 140 millones de pesos, de la congelación de plazas vacantes.

Baños destacó que el ajuste no implicará despido de personal. Subrayó que ésta no será una alternativa, sino que se pretende mantener congeladas las plazas vacantes que en una proyección de ahorro durante todo 2014, alcanzaría la cifra mencionada.