El 40 por ciento de la aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) se encuentra fuera de servicio, lo que impacta negativamente en su misión de garantizar la seguridad del espacio aéreo nacional, mantener un adecuado nivel de adiestramiento de las tripulaciones, así como efectuar operaciones para reducir la violencia, vigilancia, intercepción aérea, operaciones contra el narcotráfico, transporte logístico y de personal y apoyo a la población civil en casos de desastre.

De acuerdo con el Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013-2018, la flota aérea de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) consta de 346 aeronaves, de las cuales 204 se encuentran operativas y 142 están fuera de servicio.

En el documento que regirá la política del Ejército Mexicano en los próximos años se reconoce que “no contar con infraestructura aeronáutica nacional para la fabricación de aeronaves y sus componentes da como resultado la dependencia tecnológica de otros países para los procesos de adquisición, modernización y reparación del material aéreo, radares y sistemas de navegación.

Esto se refleja en que 55 por ciento de los aviones y helicópteros de la FAM tienen más de 21 años de servicio, lo cual encarece sus costos de operación y mantenimiento.

La Sedena señala en el documento, dado a conocer el pasado viernes, que “para revertir tal situación se tiene considerada la adquisición de 91 helicópteros, 81 aviones y tres sistemas aéreos no tripulados.

Además, la dependencia deberá incrementar el número de tripulaciones para helicópteros y de pilotos militares para cumplir con la meta de contar con dos equipos por cada aparato –actualmente es de 1.5 tripulaciones por nave– y superar un déficit de 66 pilotos aviadores.

También, la Sedena busca renovar el Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA) para incrementar la cobertura del espacio aéreo nacional –con radares y sistemas de navegación– de 32 a 72 por ciento en los próximos cinco años.

Por otra parte, el parque vehicular de la dependencia también atraviesa por un momento complicado, ya que sólo 80 por ciento de sus 18 mil 221 unidades están operando. Pero además, el promedio de años de servicio es de 20 años, lo que genera elevados gastos de mantenimiento y operación.

El documento señala que durante los últimos años, su mantenimiento se ha dificultado debido a la carencia de personal, instalaciones, equipo y herramienta especializada, por lo que se prevé que para revertir la situación se formen 12 compañías regionales de transportes y 46 secciones de transportes en los diversos mandos territoriales, con lo cual, se privilegiará la programación del mantenimiento preventivo sobre el correctivo, para que éste sea escalonado, oportuno y eficaz.