En el nuevo entorno constitucional que se vive, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) será, siempre, una institución de control y resistencia frente a cualquier abuso del poder, sostuvo el ministro presidente Juan N. Silva Meza, quien agregó que los juzgadores son testigos y actores de una reconstrucción, que implica la reconfiguración del sistema normativo, que tanto anhela, demanda y necesita la sociedad.

Al rendir ayer su tercer informe de labores, ante el presidente Enrique Peña Nieto, y los presidentes de las cámaras de Diputados y de Senadores, Ricardo Anaya Cortés y Raúl Cervantes Andrade, respectivamente, Silva Meza afirmó que la prosperidad económica y el desarrollo, no son posibles sin la certeza jurídica; sin confianza en el Estado democrático de derecho y aún menos, si el respeto a los derechos humanos no es una realidad.

El ministro defendió la autonomía de los jueces y magistrados federales y aseveró que en el Poder Judicial Federal, no hay superiores jerárquicos, que los juzgadores no tienen jefes y que la independencia de criterio es la base sobre la que descansa el sistema jurisdiccional federal.

Pero, aseveró que autonomía no significa protección indebida, y reveló que hay en curso 51 averiguaciones previas en contra de funcionarios del Poder Judicial de la Federación, aunque no precisó su rango ni las razones de las indagatorias

Estaremos siempre en contra, y perseguiremos con rigor, cualquier conducta indebida que se presente al interior de la institución, pues no es justo para nadie, que el prestigio de la gran mayoría de los miembros del Poder Judicial se vea empañado por los actos de algunos cuantos. A esos, no los queremos entre nosotros.

Al iniciar su mensaje en la sesión solemne, el ministro presidente reprochó que a la fecha y por más de un año, el pleno del Consejo de la Judicatura Federal –el cual también preside– se encuentra incompleto.