Cuauhtémoc Cárdenas afirmó que la reforma energética sólo abre la posibilidad de grandes negocios para gente allegada al gobierno; grandes comisiones, grandes mordidas, y este es el incentivo que han tenido quienes la han instrumentado.

Tras reunirse ayer con representantes del PRD, PT, Movimiento Ciudadano y más de 40 organizaciones sociales –entre ellas de la Unión Nacional de Trabajadores– en el sindicato de telefonistas, para integrar un frente nacional contra la reforma, sostuvo que la aprobación del Congreso le causó una gran irritación.

Al preguntarle si secundaría el calificativo de traidores, que algunos opositores dieron a quienes la aprobaron y la plantearon –incluidos el gobierno federal y Peña Nieto–, su respuesta fue: Lo acompañaría.

Subrayó que se trató de una acción que va contra el pueblo, totalmente contraria al interés nacional. Está enajenando el subsuelo mexicano, está abriendo la posibilidad de que se pierda el control de ese subsuelo, de los recursos naturales, sobre todo de los no renovables y particularmente del petróleo.

Agregó: Es el camino que han decidido las mayorías que hoy controlan el Congreso, y están siguiendo, sin duda, las instrucciones que está dándoles el Ejecutivo federal.

Confió, sin embargo, que en 2015, con la consulta popular que impulsa, se puedan revertir las modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, los cuales posibilitan contratos de riesgo, concesiones y licencias a las trasnacionales para extraer petróleo y que las reservas nacionales formen parte de sus activos, porque la mayoría del pueblo está en contra, dijo.

Cárdenas se congratuló de que a la reunión asistieran representantes de partidos políticos y diversas organizaciones.

Indicó que para ello es importarte formularse un programa de trabajo, respetando las luchas y causas de cada agrupación. Pidió que nadie realice acción alguna que pueda resultar contraria a esta lucha que hoy nos unifica.

Apeló a echar mano de todos los recursos que la Constitución ofrece, como la consulta popular y no descartar las vías jurídicas, con lo cual los presentes estuvieron de acuerdo.

Recordó que a la consulta popular se le están poniendo muchas objeciones; las debe tener, seguramente, y ojalá pudiera realizarse o se hubiera realizado antes.

Citó: Nos dicen que cuando llegue 2015 ya habrán muchas decisiones tomadas, muchos contratos firmados, etcétera, pero si se pudo echar abajo una situación tan consolidada como lo eran las compañías petroleras trabajando en 1938, considero que es posible echar (esta) abajo.

Partidos y organizaciones acordaron realizar el 31 de enero su primera movilización, como parte del frente nacional contra la reforma energética.