Una mezcla de asombro e hilaridad campeó la madrugada del jueves en la Cámara de Senadores, en el momento que el diputado Antonio García Conejo (PRD) se quitó la ropa y quedó con sólo una trusa rojinegra para denunciar –dijo– el despojo que representa la reforma constitucional en materia energética.

¡De esto no me van a poder despojar!, exclamó mientras se bajaba el pantalón. Después, desabotonó su camisa, arrancó la corbata del cuello, lanzó camisa y camiseta, y besó el Cristo de oro que pende de su cuello. Al final se quitó los calcetines.

Con el vértigo que se reproducen los sucesos en Internet, el lance del ex alcalde de Huetamo, Michoacán, se convirtió en las primeras horas de ayer en tendencia en Twitter, con el hashtag #PosMeEncuero.

En esa red fueron reproducidas, con profusión, las fotografías de García Conejo en ropa interior.

Poco antes de las tres horas, el medio hermano del coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Silvano Aureoles Conejo, afirmó que si con las privatizaciones ya se ha cometido un gran despojo a la nación, al menos a él le queda su ropa.

¡Solamente me queda esto! No me da pena. Ustedes también tienen cuerpo, dijo a diputadas y diputados que, en el auditorio E de la Cámara de Diputados –habilitado como recinto alterno– se burlaron de él.

¡Puras miserias!, surgió un socarrón grito masculino desde el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Antonio García ConejoFoto La Jornada

Sí, es una miseria. Así lo puedes llamar, como quieras. ¡Eres un cobarde! ¡Vente!, exclamó al diputado que lo increpó. El griterío desde los asientos de PRI y de Acción Nacional (PAN) avivó: ¡Mucha ropa, mucha ropa!

Como su discurso se alargaba, el presidente de la mesa directiva, Ricardo Anaya Cortés (PAN), le pidió terminar. No tengas miedo, tú también tienes cuerpo, le dijo al panista.

Después, al mediodía, el Bronx priísta aguardaba expectante el momento en que Antonio García Conejo emitiría su voto. Cuando tocó el micrófono, diputadas y diputados corearon: ¡Tubo, tubo, tubo!

Antes, mientras presentaba una reserva, Martha Córdoba confrontó a las filas del PRI-PAN: No se escandalicen del desnudo del compañero. ¡Ustedes están encuerando a la patria!

En la de por sí accidentada sesión, la perredista Claudia Águila sacó de una bolsa de mandado dos bolsas de plástico con huevos, y las dejó frente al presidente de la mesa directiva, Ricardo Anaya Cortés.

Quiero hacer un obsequio a los diputados del PRI, del PAN, del Panal y del Verde, que no va a alcanzar, pero... no les va alcanzar para defender al pueblo de México, pero aquí les dejo uso pocos para que se los repartan, dijo.

Con el índice y el pulgar, Anaya Cortés tomó las bolsas y las dejó en el piso, detrás de la mesa.