Gobernación estudia efectividad de pruebas
Miércoles 11 de diciembre de 2013, p. 24
Los policías federales serán evaluados (con pruebas de control de confianza) cada tres o dos años, según el puesto y responsabilidades que les hayan sido asignados. Sin embargo, ante situaciones especiales y por orden superior, los exámenes podrán ser aplicados en cualquier momento y las veces que sean necesarias.
Las evaluaciones para determinar el nivel de confianza de un elemento son motivo de estudio por los mandos de la Secretaría de Gobernación, quienes han alertado que el esquema actual puede ser ineficiente o poco exacto, en particular las pruebas con polígrafo.
La dependencia ha informado este año de detenciones de agentes ligados a grupos criminales, pese a que desde su ingreso a la corporación acreditaron las pruebas en cuestión. A escala federal, casi todos los elementos han pasado por estas evaluaciones, al tiempo que en las corporaciones estatales y municipales el rezago es mucho mayor, en algunos casos superior a 50 por ciento, debido a factores como la rotación de personal.
Las enmiendas al acuerdo que rige estos procesos –elaboradas para su revisión desde septiembre pasado– prevé que las vigencias
de las evaluaciones serán de tres años para los policías de nuevo ingreso, al igual que para la permanencia en el empleo, evidentemente cuando los oficiales obtengan resultados aprobatorios en las pruebas de control de confianza.
En tanto, el lapso de validez de dos años será para mandos superiores y personal operativo, así como para los integrantes que busquen un ascenso.
La vigencia de dos años operará para las evaluaciones toxicológicas, médicas y sicológicas realizadas para la obtención de la licencia oficial colectiva de portación de armas de fuego.
El texto, firmado por el comisario general de la Policía Federal, Jesús Orta Martínez, precisa que la vigencia será de un año en los casos de proceso de selección de personal para cubrir una vacante.
En tanto, la PF creó una comisión de atención ciudadana, cuyo objetivo es acercarse a la gente (y posibles víctimas del delito ) y fomentar la denuncia.
El Centro Nacional de Atención Ciudadana dependerá de la Comisión Nacional de Seguridad; su objetivo es ser un puente con la sociedad civil. La nueva instancia tendrá a su cargo además, entre otras funciones, la operación del museo de la policía federal.