De aprobarse la reforma energética en el Senado, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) trasladará el cerco ciudadano a la Cámara de Diputados, donde deberá continuar el debate. Es una larga batalla que, de ser necesario, también se llevará a los congresos locales.

Advirtió lo anterior Martí Batres, presidente de Morena, quien afirmó que de consumarse el mayor atraco en la historia del país, se actuará de manera contundente.

En el séptimo día del cerco al Senado, señaló que muchos mexicanos quisiéramos que hubiera un destello de lucidez y dignidad en los legisladores; no sabemos si suceda; lo más probable es que no, pero es nuestra obligación agotar cada instancia hasta el último momento.

En dos asambleas informativas, una por la mañana y otra por la noche, a un costado del Senado, Batres dijo que la lucha contra la privatización del sector energético no es una batalla sencilla; será muy larga y complicada, pero estamos dispuestos a darla.

De entrada, calificó de exitosa esta nueva jornada del cerco, en la que pernoctarán por segundo día consecutivo afuera del inmueble de Insurgentes y Reforma para estar atentos a lo que decidan los senadores, que todavía a las 22 horas continuaban el debate en lo particular.

Dijo que es falso que esta reforma, impulsada por el PRI y el PAN, pero cuyo autor principal es el presidente Enrique Peña Nieto, vaya a generar mayor competencia en el sector energético: por el contrario, ha quedado demostrado que todas las privatizaciones han conducido a monopolios.

En su mensaje matutino, lamentó que en el ánimo de los senadores priístas y panistas persista un empecinamiento suicida, estúpido, que llevará al país al borde del precipicio. Nosotros no podemos pecar por omisión; daremos la batalla el tiempo que sea necesario, advirtió.

Por la noche, reiteró que se prepara ya la denuncia por traición a la patria contra Peña Nieto, por entregar el petróleo, que es de todos los mexicanos. Reiteró que esta lucha es y será siempre en el marco legal y pacífico.

En este sexto día, el cerco se realizó sin sobresaltos ni incidentes, pero el sonido de los golpes contra las vallas metálicas de alta seguridad no cesó por parte de simpatizantes y ciudadanos, con piedras o pequeños martillos en la mano.

Poco después de las 15 horas llegó Andrés Manuel López Beltrán, hijo de de Andrés Manuel López Obrador, para supervisar el cerco.

Elementos policiacos que resguardan el Senado aumentaron su presencia, sobre todo cuando un grupo de profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación llegaron a reforzar el cerco.

En la noche, un grupo de jóvenes de Morena proyectó con haz de rayo láser color verde la leyenda: Traidores a la Patria, sobre la fechada del muro principal del Senado.