El dictamen del Senado sobre la reforma energética pone en riesgo el agua, la salud y el bienestar de los mexicanos con la explotación del gas lutitas o shale, que se realiza mediante la fractura hidráulica, advirtieron organizaciones ambientalistas. Explicaron que para la perforación de un solo pozo se requieren entre 9 millones y 29 millones de litros de agua, la cual se contamina con estas sustancias y los materiales presentes en el subsuelo.

Dicha técnica, conocida como fracking, consiste en la fractura de roca de lutita donde se encuentran atrapados los hidrocarburos, a profundidades de entre uno y cinco kilómetros, mediante la inyección a alta presión de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas, muchas de ellas de alta toxicidad.

The Blue Planet Project, la Red de Acción por el Agua y otras agrupaciones explicaron en un comunicado que debido a la complejidad de la extracción del gas natural y otros hidrocarburos en los yacimientos de lutitas, se requiere abrir cientos de pozos en una región, lo que genera competencia por el agua con el uso humano y otras actividades económicas. Por este motivo, advierten, “el fracking pone en riesgo el acceso y pleno disfrute de los derechos humanos de la población, especialmente a la salud, al agua y al saneamiento, a la alimentación adecuada, a la vivienda y al medio ambiente sano, consagrados todos en el artículo cuarto de la Constitución”.

De aprobarse el dictamen, agregaron, el transitorio décimo octavo quedaría en que en un plazo de un año, el Ejecutivo deberá incluir en el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía una estrategia de transición para promover el uso de tecnologías y combustibles más limpios.