La discusión sobre la reforma migratoria tendrá que esperar al año que entra, pues faltan unos días para que concluya el periodo de sesiones del Congreso de Estados Unidos y es poco probable que el tema se incorpore a los debates legislativos, admitió Sergio Alcocer, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), quien confió en que, aun cuando en 2014 habrá elecciones en el país vecino, es posible que el tema llegue a los legisladores en el primer semestre de ese año.

Los tiempos legislativos en Estados Unidos son muy cortos. Quedan unos cuantos días. Esencialmente, este año ya no hay oportunidad de que se pueda aprobar, manifestó Alcocer.

Agregó: El líder de la Cámara de Representantes ha sido muy claro en cuanto a discutir esa reforma en diferentes partes y temas. Recientemente contrataron a una persona que tiene experiencia en materia de migración y fortalecimiento del estado de derecho, y ello abre una oportunidad para que se pueda armar un proyecto interesante que se discuta en el primer semestre del año que entra.

Tras encabezar en la cancillería la 23 reunión ordinaria del consejo consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, el subsecretario enfatizó que el proceso electoral estadunidense no será motivo para que se cancele el debate sobre la eventual modificación.

No hay que olvidar que las reformas migratorias aprobadas recientemente se han autorizado incluso en años de elecciones. Hay que estar atentos y ver cómo se desarrolla la decisión del presupuesto, cómo terminan los dos partidos en sus posicionamientos políticos para la discusión de la reforma, insistió.

Comentó que actualmente se están discutiendo los temas contenidos en la reforma del Senado, pero de manera individual. En muchos casos, apuntó, son asuntos muy parecidos a la modificación S744.

Si bien la probabilidad de que se discuta una reforma integral es muy baja, no hay que descartar que en los próximos meses pueda resurgir como posibilidad, en función de los arreglos internos que haya en los dos partidos, expresó.

La modificación migratoria ha sido un tema permanente en la agenda de Estados Unidos y México que tomó mayor fuerza en 2000, cuando el entonces gobierno mexicano la caricaturizó llamándola la enchilada completa, fracasando en todos los intentos para que el Congreso estadunidense la incorporara a los debates.