Sin la presencia de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y acompañada sólo por algunos legisladores, encabezados por el líder de los diputados perredistas, Silvano Aureoles Conejo, la dirigencia del PRD arrancó su protesta contra la reforma energética privatizadora.

Hubo un encendido discurso del presidente del PRD, Jesús Zambrano, ante unos 200 simpatizantes congregados en el Ángel de la Independencia, que lo escucharon condenar la reforma impulsada por Enrique Peña Nieto, el PRI y el PAN.

Anunciaron 75 horas de marcha intermitente alrededor del monumento, aunque después de tres vueltas a la glorieta, Zambrano se retiró. Dejó la bandera nacional que cargó en ese recorrido, y aseguró que el PRD estará unido en contra de la privatización: aquí nos verán todos juntos, dijo antes de insistir en que ningún perredista votará en favor de la reforma.

Fijado el arranque para las 10 de la mañana, el mitin fue utilizado para una nueva insinuación perredista de acercarse al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), la cual lanzó el secretario general, Alejandro Sánchez Camacho, quien insistió en la importancia de conformar un frente nacional de todas las fuerzas políticas.

Acto seguido, anunció que para evitar interferencias tecnológicas en el diálogo político, acudiría al cerco al Senado que realiza Morena.

Cumplió su promesa. A las 5 de la tarde en punto se presentó a las inmediaciones de Reforma e Insurgentes, justo donde se hacen las concentraciones políticas de Morena. No hubo ningún dirigente de esa organización que lo recibiera, ante lo cual Sánchez Camacho resumió que su asistencia es testimonio de la voluntad política para impulsar un frente nacional por la defensa de Petróleos Mexicanos (Pemex).

No era la única señal perredista de un acercamiento. La marcha, cuyo recorrido original era en las inmediaciones del Ángel de la Independencia, se extendió por la tarde a la glorieta a Colón, para recorrer el centro mismo del plantón de Morena, sólo con la presencia de Sánchez Camacho. Los gritos de unidad y contra los traidores a la patria no encontraron eco entre la militancia de Morena, indiferente al paso de los perredistas, a pesar de la coincidencia en la lucha.

Presente en la marcha, el coordinador general de Izquierda Democrática Nacional, René Bejarano, resumió que el dictamen anticipa la desaparición de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad en cinco años. Se fueron tan radicalmente, que no hay margen de que se abra un espacio para la discusión.

En tanto, la dirigencia perredista se reunió con un grupo de diputados del sol azteca, encabezados por Silvano Aureoles, para definir la estrategia que seguirá el PRD cuando la reforma llegue a San Lázaro.