Por más de cuatro horas los senadores del PRD tomaron la tribuna del salón en que sesionaron las comisiones que dictaminaron la reforma energética, en un intento por evitar la aprobación de la modificación a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, que abre la puerta a la participación de empresas trasnacionales a la explotación de petróleo, gas y electricidad.

Los perredistas no lograron su objetivo. Los trabajos de comisiones unidas se reanudaron pasadas las tres de la tarde y poco después se aprobó en lo general el dictamen de la reforma energética. Los legisladores del sol azteca obtuvieron sólo el compromiso de que ayer mismo se echaría a andar el procedimiento en torno a la consulta popular, propuesta por la izquierda.

Antes, de pie, los 18 perredistas desplegaron una enorme bandera tricolor y levantaron cada uno pancartas con la leyenda No a la privatización de Pemex y CFE, entonaron el Himno Nacional y propusieron una moción suspensiva de la discusión de la reforma energética, hasta que se lleve a cabo una consulta nacional en torno a esa apertura salvaje de los recursos energéticos del país a la inversión extranjera.

La vicecoordinadora de la fracción del PRD, Dolores Padierna, argumentó que debía suspenderse la discusión en torno a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales hasta que se lleve a cabo la consulta ciudadana que impulsan, en la que el pueblo democráticamente decida el destino del principal recurso del país.

Llamamos a ustedes a la responsabilidad con el país, a no atropellar los derechos de los ciudadanos, recalcó Padierna. Añadió que el pueblo mexicano tiene derecho a conocer el contenido de ese proyecto de dictamen de la reforma energética, que el PRI y sus aliados pretenden aprobar con toda celeridad.

Sin embargo, la mayoría PRI-PAN-PVEM rechazó la moción suspensiva, y el priísta Enrique Burgos intentó comenzar a dictaminar, pero Padierna exigió entonces que se reuniera la Junta de Coordinación Política, y el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales (Burgos) decretó un receso de 30 minutos, que se convirtieron en cuatro horas.

Los perredistas, con sus pancartas, se mantuvieron en el salón de plenos de la Comisión Permanente, donde sesionaron las comisiones de Puntos Constitucionales, Energía y Estudios Legislativos Primera, mientras Padierna asistió a la Junta de Coordinación Política.

Logró el compromiso de los coordinadores de PRI y PAN, Emilio Gamboa y Jorge Luis Preciado, respectivamente, de que ayer mismo, a las seis de la tarde, un notario comenzaría el recuento del millón 700 mil firmas, reunidas por perredistas, que la dirigencia y los coordinadores parlamentarios del sol azteca entregaron en el recinto senatorial, en solicitud de esa consulta nacional en torno al futuro de Pemex.

Padierna reveló que Gamboa ofreció que intercedería para que el perredista Manuel Camacho Solís se entrevistara con los diputados que dictaminan la ley reglamentaria del artículo 35 constitucional, que habrá de regular precisamente la consulta ciudadana.

Padierna denunció que en San Lázaro se detuvo esa ley, que debió aprobarse el viernes pasado, a fin de que pudiera pasar en el Senado, y confió en que se destrabara en la Cámara de Diputados.

Ninguno de los dos compromisos se habían cumplido hasta anoche, en que seguía discutiéndose en lo particular la reforma energética.