El artista sonorense expone por primera vez en la Galería Hilario Galguera
La muestra La paradoja del arquero también incluye un proyecto consistente en mil bocetos
Las rutas que transito me permiten construir una especie de enjambre, donde habito, dice
Martes 10 de diciembre de 2013, p. 8
Originario de Guaymas, Sonora, el artista Francisco Larios (1960) es de la idea de que los porteños tienen muy claro el concepto del límite.
Al respecto, afirma: “Desde muy pequeño sabía que si volteaba hacia tal lado, allí estaba la inmensidad del mar y no había personas más allá. De ir al mar se manifestaba de nuevo esta división cielo/mar al horizonte. Esta idea de explorar lo que hay más allá, no sólo en términos de navegación, sino también en el espacio, lo tengo a la hora de mi proceso creativo.
Me interesa mucho explorar todos estos territorios que ofrece el arte y no quedarme en un solo medio
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Radicado desde hace años en Monterrey, Larios exhibe por vez primera en la Galería Hilario Galguera con el título de La paradoja del arquero, exposición que reúne pintura y dibujo digital, así como un proyecto de mil dibujos realizado gracias a una beca del Sistema Nacional de Creadores, que le fue otorgado de 2009-2012.
El trabajo pictórico de Larios, entonces, está hecho en torno al horizonte. De allí que la línea es la base de su obra. Navegante que constantemente corrige el rumbo, Larios no repara en cuestionarse a sí mismo porque, al someter mi trabajo a una serie de preguntas, también lo depuro. Cada vez veo más claras estas línea, territorios o rutas que me he trazado a lo largo de mi carrera, vuelvo a transitar sobre ellas y me han permitido construir dentro de mi trabajo una especie de enjambre en la que todos los elementos con los que he trabajado estén unidos, y construir con base en estas líneas, estos dibujos, esta estructura en la que habito, porque finalmente de alguna forma uno como artista es ese espacio donde habita también
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De allí que en la muestra el dibujo deriva en pintura o en “una narración fotográfica que tiene que ver con un espacio lineal. Allí intento narrar un espacio físico y de tiempo que sea totalmente lineal. No sé si sea posible explicar verbalmente esto, pero esta idea de que en un principio era este horizonte de navegación se convirtió en una línea, finalmente la navegación eso es, un transcurrir en un espacio, en determinado tiempo.
Por eso el título de la exposición, porque la paradoja del artista es de las que reta esta idea de la imposibilidad del movimiento que finalmente si uno, el espectador, somete al tiempo, a la fracción más pequeña que sea posible medir, un arquero arrojando la flecha y ésta en movimiento no es más que una pequeña fracción del tiempo. Entonces, nos habla de la imposibilidad del movimiento y si lo vemos desde otro punto de vista, la imposibilidad del tiempo, de que finalmente todo es movimiento o todo es tiempo, pero no ambos a la vez
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El trabajo de Larios no trata ni de abstracción ni de figuración. “A lo largo de mi quehacer de casi 30 años –explica– de alguna forma ya puedo ubicarme en estas coordenadas y observar esta idea del tiempo y lo lineal del espacio a través de diferentes ángulos”.
Aunque le encanta la pintura y el proceso pictórico, considera que el dibujo es un acto “más intelectual, porque mi idea –en el caso de los mil dibujos– tiene que ver más con definir y no definir un contorno, un límite. Es simplemente la línea que no proceda de ningún lugar ni vaya a ningún sitio”.
La paradoja del arquero, exposición de Francisco Larios, concluirá el 13 de diciembre en la Galería Hilario Galguera, (calle Francisco Pimentel 3, colonia San Rafael).