El Curiosity detectó hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre, informa
Las rocas perforadas por el robot están formadas de material basáltico y lodo, tienen una edad de 5 mil 200 millones de años y provienen del fondo de un lago de agua dulce, con un pH casi neutro, condición que comparten los cuerpos de agua de la Tierra, señala el mexicano parte de la misión
Martes 10 de diciembre de 2013, p. 2
La misión Curiosity de la Agencia Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) encontró todos los elementos necesarios para asegurar que Marte tuvo condiciones para la vida. Sin embargo, aún faltan evidencias directas que permitan confirmar la presencia de organismos vivos en el planeta rojo.
Así lo reveló Rafael Navarro González, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México, único mexicano que colabora en ese proyecto como asesor científico y quien se encarga de parte del análisis y la interpretación de los datos que se recaban gracias a ese robot.
Los recientes resultados se consiguieron luego de que el Curiosity –que explora el suelo del planeta rojo desde agosto de 2012— realizó la primera perforación de rocas marcianas para pulverizar las muestras para su análisis en los equipos de estudios químicos que posee.
Las conclusiones arrojan que en el planeta rojo están presentes todos los elementos para que la vida florezca: hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre. Además, en el ambiente marciano hubo compuestos como agua y sulfatos.
Los resultados del proyecto –en el que participan alrededor de 4 mil científicos– se dieron a conocer ayer en la Conferencia de la Unión Geofísica Americana, que se reunió en San Francisco, California, ante más de 22 mil expertos de todo el mundo. Además, esta misma semana se ahondará en los detalles de los hallazgos en seis artículos científicos que aparecerán en la revista Science, en dos de los cuales el mexicano es coautor, mientras en cinco aparece como integrante del consorcio científico.
Navarro detalló que el análisis realizado por los investigadores reveló que las rocas perforadas por el robot están formadas de material basáltico y lodo, tienen una edad de 5 mil 200 millones de años y provienen del fondo de un lago de agua dulce con un pH casi neutro, condición que comparten los cuerpos de agua de la Tierra.
Por primera ocasión, el robot perforó con un taladro rocas del planeta. Las muestras pulverizadas nos dieron información sobre la edad de formación de éstas, su composición química y las condiciones de habitabilidad en ese planeta
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Estas primeras conclusiones son relevantes, pues se encontró agua absorbida en los minerales, además de sulfatos y carbonatos. No sabemos si había vida al formarse esos minerales, pero sí que las condiciones en que lo hicieron eran propicias para que la hubiera o floreciera en ese lugar
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Al Marte primitivo lo favoreció un pH casi neutro y condiciones ambientales no muy frías, pues hubo agua líquida. Investigamos evidencias de vida, pero no las hemos encontrado; seguimos en la búsqueda. Hubo un ambiente habitable con todos los ingredientes para la vida
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Al comparar los minerales de la Tierra con estas primeras muestras de los hallados en Marte, el universitario explicó que las rocas más antiguas de nuestro plantea tienen 3 mil 800 millones de años y rastros químicos de vida, en tanto que unas más recientes, con 3 mil 500 años, muestran la existencia de estromatolitos, formaciones tipo corales que adquieren su estructura a causa de algunas bacterias. En Marte no hemos encontrado estas formaciones, pero sabemos que las rocas estudiadas son unos 400 millones de años más antiguas que las terrestres
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Navarro detalló que se desconoce aún qué pudo impedir la vida en Marte, pero los elementos para que esta floreciera persisten en aquel planeta.
Luego de realizar estos análisis, el Curiosity ahora se dirige hacia la montaña Sharp, a la quetratará de ascender para analizar suelos de diferentes periodos.
El robot arribó al planeta rojo el 6 de agosto del año pasado, luego de ocho meses de travesía en el espacio, pues despegó de Cabo Cañaveral a finales de noviembre de 2011.