Con 23 años y su hijo acabado de nacer, Alejandra de Miguel Coyote llegó a la ciudad de México con la esperanza de encontrar lo que la Sierra de Guerrero le había negado: trabajo, atención médica y un futuro.

De eso han pasado 20 años. Tuvo que cambiar su modo de vestir y soportar a diario burlas debido al color de su piel y no hablar perfectamente español, pues su lengua materna es el náhuatl; todo para encajar en un mundo que le prometía una vida mejor.

Como ella, en la zona metropolitana se contabilizan 18 millones y medio de personas, mayores de tres años, que se asumen como indígenas, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En entrevista, el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Hegel Cortés Miranda, señaló que en el DF hay al menos 122 mil 400 indígenas, de los cuales, la mayoría se concentra en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Coyoacán y Tlalpan.

Los pendientes que el gobierno de la ciudad tiene con este sector de la población, afirmó, son muchos, entre ellos lograr un censo mucho más preciso por sexo y edad para conocer sus necesidades y no tratar sus problemas sólo con indicadores, además de garantizar su acceso a la educación y enfrentar el tema de la discriminación.

Hay que generar proyectos productivos, que haya mayor presupuesto para políticas de carácter educativo y de capacitación para que puedan tener trabajos formales, pues gran parte de esta población se encuentra en la informalidad. Son necesarios espacios de vivienda y vínculos de comercialización entre artesanos y productores, acotó.

Asimismo, dijo, es importante que se trabaje en su acceso la justicia, que cuenten con traductores y peritos que hablen idiomas indígenas y avanzar en la aprobación de la ley de pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas del Distrito Federal.

En este sentido, Jacqueline L’Hoist, presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, indicó que la población indígena es el grupo más discri- minado en la capital con un 92.6 por ciento, lo cual es alarmante.

Incluso, dijo, en la ciudad hay quejas sobre niños que no son aceptados en las escuelas por tener un nombre indígena.

Desde muy corta edad encuentran rechazo en el sistema educativo y formativo, para su cultura vivimos una especie de esquizofrenia, donde los libros de texto hablan maravillas de la cultura indígena, pero en el salón de clases estos chicos son discriminados, explicó.

La calle, el trabajo y la escuela son los lugares donde más se les discrimina, y la delegación Cuauhtémoc es el espacio donde más conductas discriminatorias se dan, indicó la funcionaria.