Sin modificaciones de fondo, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó, la madrugada del viernes, la reforma constitucional en materia político-electoral. Y para salvar la propuesta panista de un nuevo órgano electoral, resolvió introducir un artículo transitorio que obliga a los cuatro consejeros actuales del Instituto Federal Electoral (IFE) a permanecer en esas posiciones para no incurrir en un vacío legal que afecte las tareas a corto plazo en este aspecto. Así, los integrantes del Consejo General del IFE tendrán facultades legales para cumplir su mandato.

Al avalar casi en sus términos la minuta del Senado, salvo la modificación del artículo 41 de la Constitución en términos de nulidad de elecciones, la mayoría de los diputados conformada por PRI, PAN, PVEM, Nueva Alianza y algunos perredistas dedicaron más de 10 horas a escuchar las críticas de sus opositores, quienes prácticamente argumentaron en contra de todos los artículos de la minuta.

En un constante reclamo que nunca recibió respuesta, legisladores perredistas, de Movimiento Ciudadano y del Partido del Trabajo criticaron con vehemencia la reforma político-electoral.

Carol Antonio Altamirano, diputado perredista, expuso que el texto enviado por el Senado merecía una discusión seria y apegada a la legalidad, pero lo observado durante la sesión de jueves para viernes denigró la responsabilidad de los legisladores y atropelló la Constitución... En realidad esto no fortalece a los ciudadanos, sino a las cúpulas partidarias; la reforma es débil en el control de dinero en las campañas y la minuta no cumple con la Ley Federal de Presupuesto, porque no existen recursos ni impacto presupuestario para la creación del Instituto Nacional de Elecciones.

Nomenclaturas políticas

Así, a lo largo de la noche también el representante del partido Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, reprochó el trueque entre priístas y panistas, que cambiaron el tema de la relección por el del petróleo nacional. Esta reforma es para la partidocracia, para las nomenclaturas políticas y económicas que tienen el control del país; no es una reforma política para los ciudadanos, es una reforma para perpetuar, a través de un modelo político excluyente, a una camarilla que se quiere enquistar en el poder para depredar, para acabar, para entregar el patrimonio nacional: el petróleo. Hoy la relección, mañana la entrega del petróleo a los extranjeros. La relección contra la que luchó Francisco I. Madero, Madero el bueno, sufragio efectivo, no relección.

Acrca de las causales de nulidad inmediata de un proceso electoral, Loretta Ortiz, del Partido del Trabajo, denunció que si no existe un control efectivo sobre el dinero que se gasta en las campañas no hay equidad en las elecciones; para que queden garantizadas las condiciones de real competencia política es indispensable asegurar que las organizaciones participantes estén en libertad e igualdad de oportunidades para acceder al electorado.

El coordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal, indicó que la reforma electoral esconderá la impunidad, pues se van a generar grandes diferencias de dinero ilícito, de televisoras y de empresarios. Nosotros sostenemos que lo que se gastó en la campaña de Enrique Peña Nieto, más del mil por ciento, con ello no hubiese ganado.