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La ganadora del Óscar por representar a Edith Piaf habló en entrevista con La Jornada

Marion Cotillard: interpretar a otra persona ayuda a sanar

Se dice afortunada por haber trabajado con los hermanos Dardenne y se declara fan de David Bowie, con quien hizo un video

Me encanta descubrir sobre el alma humana, afirma

Enviado
Periódico La Jornada
Jueves 5 de diciembre de 2013, p. 8

Marrakech, 4 de diciembre.

“Cuando realizas el viaje de representar a otra persona, más cuando es alguien que existió, no sé qué se abre en tu interior, pero traspasas puertas que te ayudan a seguir explorándote. No lo puedo explicar, pero cuando hice a Edith Piaf y terminé de filmar, gran parte de mi cuerpo se limpió. Cosas que mantenía en mí, que no quería porque requería de mucho valor para sacarlas, se fueron, se limpiaron...

No quiero decir que actuar sea como una terapia fantástica, o que hacer tal o cual papel me curará de algo, pero sí, de alguna manera, sí te puede sanar, dice en entrevista con La Jornada la actriz francesa Marion Cotillard, quien caracterizó excelsamente a una de las cantantes más célebres del siglo XX.

Por ese papel ganó el Óscar que en su carrera, dice, es sólo la cereza del pastel.

Es la única que con una película francesa (dirigida por Olivier Dahan) ha logrado ese premio en la categoría de protagonista. También obtuvo el Bafta de la academia inglesa y el César, que otorga la francesa. Se llevó el Globo de Oro que da la prensa extranjera en Hollywood. Nada más le faltó el Ariel, de la mexicana. Bueno, no fue nominada.

En el Olimpo

Cotillard es parte del jurado de las películas en competencia en el 13 Festival Internacional de Cine de Marrakech, que por estos días se realiza en esta tradicional ciudad marroquí.

La actriz está ya en el Olimpo de la cinematografía mundial. El mismo diosantopadre David Bowie la llamó recientemente para que actuara, junto con el inglés Gary Oldman, en su reciente video The next day, que por cierto se vetó en Youtube porque ella sale como prostituta, Bowie como profeta (Jesucristo) y Oldman, como sacerdote. Mochería virtual de la pantallocracia yutubiana.

La gala, hija de profesores de arte dramático, ha actuado en muchas cintas de habla inglesa. Ha trabajado bajo la dirección de jefes de los sets como Ridley Scott, Michael Mann, Steven Soderbergh, Woody Allen y James Gray.

En el histrionismo quiero ir lo más profundo que pueda, dice con plena seguridad la actriz, de aspecto menudo y frágil.

A la cita con este medio llega con sencillez de princesa. Viste playera ligera, jeans y balerinas de ante negro. Destaca un bonito reloj Cartier como para jovencita. Tiene el cabello recogido. Su piel es tan lisa y sin imperfecciones que, como dijo un periodista italiano, se le podría acariciar como a un oso de felpa.

Cuando descubres la experiencia de estar en un escenario abres tu mente, y claro, también tu corazón. Papeles y papeles te vuelve más humanos. Sólo quiero explorar el vasto mundo de esto, recordar siempre el tiempo de cuando era niña y deseaba ser actriz e indagar en cada cosa que pueda. No cambiar en la lucha por mi deseo, afirma.

Foto
La actriz, jurado del Festival de Cine de MarrakechFoto Ap

–¿Cuál ha sido el mejor reconocimiento que ha recibido? Se le pregunta.

–El mejor reconocimiento es poder seguir trabajando. Y hacerlo con gente como Michael Mann sentí que cambió mi carrera. Nunca pensé que tendría ese tipo de oportunidades. O con James Gray (en The Inmigrant) es también parte de ese reconocimiento. Un Óscar es sólo la cereza del pastel. Cuando comencé a actuar nunca pensé sobre esas experiencias tan enriquecedoras. Hay directores con los cuales me fue irresistible trabajar, como los hermanos Dardenne. Con todo el respeto para todos los otros con quienes he participado, esas experiencias, como actriz, serán las mejores de mi vida. Son como relaciones idílicas.

La francesa, que en 2013 precisamente actuó para los belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne en Deux jours, une nuit (Dos días y una noche), agrega: “Como dije, el mejor reconocimiento es seguir trabajando, pero más para gente sorprendente. Nunca, desde el inicio de mi carrera, dije que deseaba actuar para ciertos directores, pero cuando conocí a James Gray, por ejemplo, le dije: ‘Dios mío, quiero hacerlo contigo.’ Cuando conozco a algún cineasta prefiero ver su trabajo. Nunca he pensado trabajar con tal o cual porque sea mi amigo”.

Agrega: Cuando vas a la escuela el maestro es el maestro y aunque te lo encuentres en el supermercado con sus hijos, esa persona es el profesor.

Asevera que nunca está satisfecha, conforme. Nunca pienso estar en zona de confort. Siempre estoy pensando en nuevas experiencias, como te dije al principio. Me encanta descubrir más sobre el alma humana. Si estuviera ya en posición cómoda no podría confiar en un director o él en mí.

Se le pregunta si algún día le gustaría estar detrás de la cámara, a lo que responde:No pienso en dirigir porque es un trabajo muy duro, pero quizá algún día lo haga. Tengo un proyecto que estoy escribiendo, aunque no sé si pueda hacerlo. Necesito tiempo. Sólo puedo decir que está inspirado en la historia de una niña, la cual ha impactado a mi imaginación e inspiración.

Sobre su experiencia con Bowie cuenta que un día recibió un correo electrónico de su agente. La solicitaba el músico tres días en Los Ángeles para grabar el mencionado video musical. “¿De qué hablas? Le pregunté. Claro, soy su fan. Eso fue un sueño que no podía creer”, confiesa.

Marion es también activista de la organización Greenpeace. Dice: No es la labor de un actor ser activista. No lo hago porque sea actriz, sino porque quiero ser una persona consciente. Hay que ver el impacto que está teniendo la contaminación en el planeta, entre otras cosas. Puedes dedicar parte de tu vida a eso. Puedes involucrarte y tomar en serio lo que ocurre en el mundo. Ahí están los ejemplos de Angelina Jolie y George Clooney.