Los magistrados de circuito José Félix Dávalos, Rosa Isabel Moreno Ruiz y Lucio Lira Martínez, del primer tribunal colegiado en materia penal en Jalisco, tienen en sus manos la última decisión sobre el futuro jurídico de Rafael Caro Quintero y de su cómplice, Ernesto Fonseca Carrillo Don Neto, pese a que semanas atrás funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) pusieron en tela de juicio el fallo por el cual esos mismos jueces ampararon y ordenaron la libertad de Caro Quintero en agosto pasado.

El miércoles de la semana anterior la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó la solicitud de la PGR de que atrajera el amparo directo promovido por Fonseca para impugnar una condena de 40 años por los asesinatos del agente de la DEA Enrique Camarena y el piloto Alfredo Zavala, perpetrados en 1985, entre otros delitos.

La decisión de la Corte se suma a la que tomó el máximo tribunal del país el pasado 7 de noviembre, cuando revocó el amparo otorgado hace dos meses a Caro Quintero. Ese mismo día la Corte también ordenó a los magistrados Félix, Moreno y Lira que revisaran las pruebas en contra de Caro y determinaran si fue correcto condenarlo a 40 años de cárcel por ambos crímenes.

Funcionarios del Consejo de la Judicatura Federal consultados por este diario indicaron que la única forma en que los tres magistrados cuestionados por la PGR se abstengan de resolver el juicio penal contra Caro y Fonseca es que el Ministerio Público Federal interponga una queja administrativa ante la propia Judicatura, y que ésta aplique la máxima sanción (destitución del cargo), lo cual no ha ocurrido aún.

Autoridades de la PGR han asegurado que los actuarios del tribunal federal notificaron al Ministerio Público Federal sobre la sentencia de libertad de Caro Quintero a las 10 horas del 9 de agosto pasado, es decir, casi ocho horas después de que Caro abandonó la prisión.

Asimismo, cuestionaron los razonamientos de los magistrados José Félix Dávalos, Lucio Lira y Rosa Lía Isabel Moreno, quienes ampararon al narcotraficante, por considerarlos insostenibles, absurdos e ilógicos.

En su sentencia, los tres jueves liberaron a Rafael Caro Quintero de cuatro cargos por homicidio, todos por razones técnicas y de forma.

En el caso de Camarena se basaron en una carta entregada en 1985 por la embajada de Estados Unidos a la PGR, en la que se afirmó que el agente de la DEA no era del personal consular ni diplomático.

El tribunal consideró ambigua la carta, porque no aclaró a qué se dedicaba Camarena, y confusa, porque no es lo mismo personal diplomático que consular. Resolvió que la embajada admitió que Camarena no entraba en esas categorías.

Agregó que tampoco hubo evidencia de que el narcotraficante tuviera autorización de los gobiernos de México y Estados Unidos para llevar a cabo funciones de investigación.

Al tribunal colegiado le resta ahora una tarea compleja, pues superado el tema de la competencia federal, los magistrados tendrán que analizar las pruebas en que se basaron las condenas contra Caro y Fonseca, y resolver si fue correcto declararlos culpables.

En otras palabras, quienes fueron líderes del cártel de Guadalajara aún podrían ser absueltos de esos crímenes, con la diferencia de que Caro, de 61 años de edad, está libre luego de 28 años de reclusión y se ignora su paradero, mientras Don Neto, de 71 años, continúa en la cárcel.