Guadalajara, Jal., 30 de noviembre.

El presidente de Israel y premio Nobel de la Paz, Shimon Peres, y el ex presidente español Felipe González, en una conversación en el contexto de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, tuvieron encuentros y desencuentros acerca del papel que tiene el Estado judío en Medio Oriente, en los cuales, según el israelí, si alguien quiere ayudar a pacificar la zona debe ir a decir a los palestinos que dejen de disparar, porque ya son dueños de la tierra en la franja de Gaza.

Que terminen de disparar contra nuestro pueblo, contra su propio pueblo y eso facilitará la solución del problema en Cisjordania, afirmó Peres ante un salón a reventar, sobre todo de miembros de la comunidad judía asentada en Jalisco.

Afirmó que los saudíes propusieron un plan para resolver el problema de los al menos 300 asentamientos judíos en Cisjordania, el cual consiste en que debe darse una solución de forma acordada con los palestinos.

“Esos asentamientos representan 3 por ciento del territorio en Cis­jordania y la sugerencia es que hagamos un intercambio, es de­cir, quedarnos con esos lugares y darles a ellos otro 3 por ciento en otro lugar (…). Solución hay, el problema es que los árabes están todavía divididos y también en Israel existen diferencias, pero no militares, no nos disparamos entre nosotros”, agregó.

Dijo que han existido avances evidentes que ha atestiguado en su carrera política de más de 50 años, como que en los 40 años recientes se firmó la paz con Egipto y se le devolvió toda la tierra que se había conquistado; también se firmó la paz con Jordania y devolvimos todo lo que habíamos ganado con la guerra.

Con los palestinos nosotros ya hemos dado un paso unilateral sin ningún tipo de negociación; ahora hay una autoridad palestina, es complicado, pe­ro acordamos con ellos que ha­bría una fuerza de seguridad de los palestinos que tiene más de 15 mil miembros. Ahora los pa­lestinos construyen una ciudad entera, la más moderna y estamos negociando con ellos; estoy de acuerdo y hay cambios en el mundo árabe que reconozco; cuando empezamos la Liga Árabe era totalmente hostil, ahora han presentado una propuesta de paz.

Señaló que en los puntos don­de no hay acuerdo debe fortalecerse la negociación, lo cual es muy difícil, porque además de la opinión pública mundial en torno al conflicto existe una propia que crítica cualquier resultado que tenga costo para el Estado israelí, lo cual, sin embargo, no es contrario a su propósito, que es firmar la paz con los palestinos también.

Quisiera que sucediera esto lo antes posible, porque hay una mayoría de nuestro pueblo que lo que quiere es vivir en paz con seguridad y justicia no sólo hacia nosotros, sino hacia los palestinos. Israel es una isla política en un océano político; tenemos que defender nuestra isla, pero tenemos que participar en tranquilizar a ese océano, expresó Peres.

Papel perdido

Felipe González lamentó que Europa hubiera perdido ese papel de equilibrio que durante mucho tiempo jugó en los conflictos de Medio Oriente y criticó que los acuerdos de paz a los que se ha llegado con los palestinos sean efímeros, al no ir al fondo del problema y construir hasta guetos, como los que existen al proteger con muros los asentamientos israelíes.

El problema de la paz depende, entre otras cosas, de la renuncia de cualquier acto de violencia (...). Israel necesita llegar a un acuerdo de paz cuanto antes. Y la paz no va a depender de la eficacia del muro que recuerda mucho a los guetos impuestos al pueblo de Israel, afirmó.

La conversación abordó también aspectos religiosos y el cambio sistémico global por la implosión de la alternativa comunista y la masificación de las nuevas tecnologías de la información.

Ambos coincidieron en que el papel relevante de la mujer debe ser respetado en Medio Oriente para lograr un mayor avance en todas las áreas de desarrollo humano, pues entre los musulmanes quienes están más hartas de la segregación y la pobreza son las mujeres.

También estuvieron de acuerdo en que el principal esfuerzo debe ser llegar a una paz permanente y, por tanto, concertada, con acuerdos muy claros y definitivos.

No podemos ser judíos e intentar dominar a otro pueblo, porque eso va en contra de todo lo que significa ser judío, dijo Peres.