Lorenzo Córdova, consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), y Flavio Galván, magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), advirtieron que una reforma política aprobada sin el visto bueno de todos los participantes en su elaboración traerá más daños que beneficios a la democracia.

En una democracia la mayoría toman las decisiones, pero (si una reforma como la política) tiene unanimidad, mejor, dijo el magistrado.

Ambos entrevistados lamentaron la salida del PRD del Pacto por México, esquema de negociación entre partidos y el gobierno federal para el diseño de reformas constitucionales.

Córdova advirtió que México ya vivió una experiencia traumática, cuando en el 2003 se nombró el consejo general sin generar los consensos necesarios y, en 2006 pagamos las consecuencias de esa determinación.

La regla de oro de la democracia, en el sentido de que la mayoría toma las decisiones, no aplica cuando se trata de definir las reglas y designar a los árbitros de las elecciones, alertó.

El magistrado mencionó beneficios de los acuerdos unánimes, por lo que manifestó su deseo de que las diferencias se superen porque una enmienda constitucional es muy importante para el país.

Desde 1977, añadió, en México hemos tenido cambios importantes y la que está en ciernes debe ayudar a la consolidación del sistema democrático, con la participación de todas las fuerzas políticas. Ponderó también la existencia y operación del Pacto por México y la posibilidad de que todos los participantes, incluido el PRD, se reúnan ­nuevamente.

Posibilidad de impugnación

En cuanto a puntos específicos del dictamen de reforma política que se discute en el Senado, Galván subrayó que no es deseable que los procedimientos sancionadores pasen a los tribunales. Lo deseable es una restructuración del IFE pero que estos procedimientos sigan siendo administrativos, a fin de que tengan la posibilidad de impugnarlos en una instancia superior.

Córdova, en tanto, demandó una explicación pública al Legislativo acerca de la intención de renovar a nivel general y de inmediato sólo el Consejo General del IFE y no así los órganos locales. Ello, dijo, fue una necesidad ineludible en 2007 (barrido de consejeros) pero no estoy de acuerdo en que ello se convierta en una práctica.