“Aunque el tema es parecido, nuestra película Mi mejor regalo la filmamos antes que Eugenio Derbez la suya, No se admiten devoluciones”, expresó Claudia Lizaldi, actriz y productora de la cinta que este viernes se estrenó a escala nacional.

Los paralelismos son innegables, pues en ambas historias el protagonista recibe de golpe la noticia de que es papá de una niña. Hay otras similitudes.

Mi mejor regalo tiene en el papel de Daniel, que es un tipo agrio, aburrido y deprimido, a Plutarco Haza; el de Samantha lo desarrolla la niña Sofía de la Mora; el de Gustavo Aarón Hernán; el de Katia Claudia Lizaldi; el de Jimena Tania Arredondo; el de Ari Eréndira Ibarra; el de Luis, Luis José Sevilla, y el de Enrique, Eamon Kneeland. Hay actuaciones especiales de Omar Fierro, Arleth Terán, Armando Pascual y Billy Rovzar. La dirección y el guión son de José Gerardo.

La niña Sofía de la Mora dijo en entrevista que la historia trata del amor de un padre hacia su hija. Aparte de eso se me hace muy divertida. Que haya niños que no tengan papá, a mí se me hace muy triste, o que no tengan mamá. Hay papás que no valoran a sus hijos y los tienen como si fueran animalitos, y hay quienes no les dan ni de comer. Se me hace muy triste porque si tienes un hijo es para que sea feliz. A mí me han querido mucho y me apoyan. Su mamá estaba a un lado de ella.

Quiere ser actriz, cantante y bailarina. Yo sé que va a ser duro estudiar, pero al final me voy a sentir feliz por lograr mi meta. He hecho teatro, comedia, cortometrajes, uno con Alberto Estrella, y un comercial del IFE para que los niños votaran. De esta película me gusta que el final feliz. En esto sí es diferente al desenlace de la obra de Derbez.

Plutarco Haza señaló que el tema de Mi mejor regalo es el de la familia, “sobre todo de qué es ser padre, porque para serlo debes convencerte de una idea, la de que quieres a un ser humano que ni siquiera conocías y de repente te lo presentan. Puede ser de tu carne, y esto es lo que plantea la película, que habla de la depresión de alguien que todo lo ve oscuro y lo que menos espera lo puede hacer caminar hacia adelante, para salir de ese hoyo depresivo.

“Aceptar ser padre de alguien a quien no se conoce puede pesar más la cultura que la sangre. El amor es un auto de fe y lo hacemos tanto con los hijos como con las parejas. Por él hacemos cosas maravillosas o monstruosas.

Lamentablemente, en este mundo tan acelerado la gente no planea bien a los hijos para que puedan encajar adecuadamente en su vida, en su día a día. Cuando ya los tienen hay quienes los abandonan con la nana, con la tía o con la abuela o, en el peor de los casos se quedan solos.Cuando se rompe el núcleo familar puedes empezar a trasgredir.

Tonos dramáticos diferentes

Se felicitó porque el final de Mi mejor regalo no es triste. Fui a ver película de Derbez y me di cuenta de que la nuestra se encaminaba hacia otro lado. Los tonos son distintos. La de Derbez tiene tonos fársicos y se va a un melodrama exacerbado, y en nuestro caso la línea es mucho más sencilla. A quien quiera pensar que nos la fusilamos o que la copiamos, simplemente le aclaramos que se filmó antes.

Para Claudia Lizaldi la cinta trata de los lazos familiares que están más allá de la sangre. Son tres historias que se unen. Una es la de un hombre con un corazón roto, otra la de una niña que perdió a su mamá, y la tercera de una mujer, yo, que espera que llegue el amor a su vida. De repente los tres hacen una familia y eso es maravilloso. Eso es un regalo, el mejor regalo.

Agregó que no fue una película de producción cara porque sólo costó 4 millones y medio de pesos.