Viernes 29 de noviembre de 2013, p. 33
Durango, Dgo., 28 de noviembre.
Guillermo Montelongo Delgado, dirigente de las empresas acopiadoras de frijol en Durango, anunció que estos centros ya no recibirán el grano de los productores, porque el precio de garantía que les fijó la autoridad federal, de 12 pesos por kilogramo, está muy por encima de los nueve persos que marca el mercado nacional.
El precio quedó un poco arriba
y eso es lo que ha orillado a las acopiadoras a no abrir sus puertas, señaló, aunque admitió que sólo tres de las 18 empresas que existen en la entidad habían comenzado a trabajar desde el 22 de noviembre.
El primero de noviembre, autoridades de los Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca) y de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) anunciaron el esquema de comercialización con un precio base de 12 pesos el kilogramo de frijol para la variedad pinto Saltillo. Esto, con el fin de evitar la especulación que realizan los intermediario conocidos como coyotes.
Sin embargo, las acopiadoras no abrían sus puertas porque, argumentaban, no se habían fijado las reglas de operación. El 15 de noviembre la Sagarpa las emplazó para que abrieran a más tardar el 19 del mismo mes. Sólo tres acataron la orden el 22 de noviembre.
Productos Montelongo fue una de ellas. Su propietario y dirigente de las acopiadoras, Guillermo Montelongo Delgado, dijo hoy que cierran sus puertas a la compra del grano a 12 pesos el kilogramo. Dijo que su empresa había recibido alrededor de 600 toneladas, de las casi 80 mil que se pretende acopiar, pero que va a batallar para acomodar ese grano en el mercado nacional.
Si yo lo compro a 12 pesos, tengo que venderlo más caro para sacarle ganancia, pero ¿a quién se lo vendo si el precio en el mercado es de nueve pesos?
, cuestionó.
Montelongo dijo que Aserca y la Sagarpa tendrán que tomar medidas para solucionar el problema y, si es posible, modificar el precio base. El resto de acopiadores, agregó, no quieren abrir sus puertas, y mientras una o tres estén recibiendo grano, las autoridades no harán nada para corregir el esquema.