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Il Cavaliere no asiste a la sesión; señala que es un día de luto para la democracia italiana

Expulsan a Berlusconi del Senado; no me iré a un convento, advierte

Pierde inmunidad tras ser condenado a 4 años de cárcel por fraude fiscal en el caso Mediaset

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Un ujier intenta detener al senador italiano Domenico Scilipoti (al centro), del partido Pueblo de la Libertad, en su intento por mostrar una pancarta de protesta antes de que el presidente del Senado, Pietro Grasso, declarara la expulsión de Silvio BerlusconiFoto Reuters
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Silvio Berlusconi calificó ayer de golpe de Estado su expulsión de la cámara alta, ante simpatizantes que se congregaron afuera de su casa en Roma, mientras se llevaba a cabo la votaciónFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 28 de noviembre de 2013, p. 25

Roma, 27 de noviembre.

El Senado de Italia expulsó este miércoles al tres veces primer ministro y líder indiscutible de la derecha de este país Silvio Berlusconi, tras su condena por fraude fiscal en agosto pasado. Arropado por miles de seguidores, Il Cavaliere prometió desafiante continuar su lucha fuera de la cámara alta.

Berlusconi, de 77 años, no podrá presentarse a una nueva candidatura durante seis años, y al perder su escaño se queda además sin la inmunidad que lo protegía en otros procesos judiciales que se le siguen.

La votación en el Senado, tras meses de inestabilidad, abre una nueva fase de incertidumbre en la política italiana, mientras el magnate de los medios se prepara para usar sus recursos para atacar al gobierno de coalición del primer ministro, el tecnócrata Enrico Letta.

Con un complejo sistema, que incluyó nueve votaciones a enmiendas para intentar salvarlo, el pleno del Senado (321 senadores) aprobó por mayoría el retiro de su escaño, tras la condena del Tribunal Superior a cuatro años de prisión –conmutables por un año de trabajo comunitario pues debido a su edad no se le encarcelará– por el fraude para que su empresa Mediaset evadiera impuestos, en una sanción prevista en una ley de 2012.

El magnate queda vulnerable

En promedio en las votaciones –que fueron abiertas–, entre 192 y 194 legisladores se pronunciaron por retirar el escaño senatorial a Berlusconi, mientras de 112 a 114 lo apoyaron. Dos se abstuvieron en todas las rondas.

Este es un día de luto para la democracia, es un golpe de Estado, dijo Berlusconi a miles de seguidores de su partido Forza Italia, reunidos frente a su residencia en el centro de Roma, mientras el Senado votaba a unas cuadras de distancia. Observadores interpretaron su ausencia en el Parlamento como una forma de evitar una humillación. Su partido intentó hasta el último momento evitar la expulsión, e incluso pidió un indulto al presidente Giorgio Napolitano.

El multimillonario que ha dominado la política de su país por dos décadas retiró apenas el martes el apoyo de su partido a la coalición de Letta, quien lleva siete meses en el poder.

El Pueblo Violeta, movimiento opuesto a Berlusconi, se reunió frente a la sede del Senado para festejar el fin de una era marcada por el estilo populista, irreverente y corrupto de Il Cavaliere.

Sin la inmunidad parlamentaria, Berlusconi es ahora más vulnerable a una serie de acusaciones que incluyen soborno y pago para tener sexo con menores de edad. El magnate de los medios de comunicación tampoco cuenta ya con suficiente respaldo en el Parlamento para derrocar al gobierno, que el martes ganó con facilidad una votación de confianza sobre el presupuesto 2014, con el apoyo de unos 30 disidentes que abandonaron Forza Italia este mes.

Tanto el Partido Democrático de centroizquierda, de Letta, como el Movimiento 5 Estrellas antiestablishment del cómico Beppe Grillo rechazaron una serie de mociones para impedir la expulsión.

Hasta ahora, las tensiones dentro de la coalición de gobierno impidieron una reforma para revitalizar la economía italiana, actualmente en recesión y con 40 por ciento de desempleo juvenil.

No voy a retirarme a un convento. Aquí nos quedamos, dijo Berlusconi a seguidores reunidos frente a su mansión.

A lo largo de sus tres mandatos (1994-95, 2001-2006 y 2008-2011) el zar de los medios pasó 3 mil 340 días en el Palacio de Chigi, más tiempo que ningún otro político en la historia de la república de Italia.

Entre los juicios que hay contra Berlusconi está el caso de la bailarina marroquí Karima Mahroug, Ruby, que destapó las fiestas con prostitutas con las que agasajaban al magnate, quien terminó con una condena en primera instancia y siete años de cárcel por tener sexo con una menor de edad (conocida como Ruby Rompecorazones) y abuso de poder. El proceso entrará en la próxima instancia y además se suma un juicio por corrupción de un senador.

Nacido el 29 de septiembre de 1936 en una familia acomodada de Milán, Berlusconi mostró su vocación por los negocios desde la adolescencia, cuando estudiaba en el colegio de los salesianos.

Animador de locales, nocturnos en el balneario de Rimini durante su juventud, capaz de fascinar a turistas durante los cruceros con canciones, Berlusconi siempre ha contado con la lealtad de un grupo de amigos íntimos como Fedele Confalonieri, a quien confió las riendas de Mediaset, la poderosa empresa de televisión de su imperio industrial, Fininvest, que comprende 500 sociedades, incluida la casa editorial Mondadori.

Berlusconi se graduó en 1961 en derecho y se dedicó al sector de la construcción, comenzando así una imparable carrera. Fue condecorado como Caballero del Trabajo (Cavaliere del Lavoro) a los 41 años, lo que le valió el apodo de Il Cavaliere. En 1994 ganó las elecciones para primer ministro al frente del partido Forza Italia, que toma el nombre del equipo de futbol de su propiedad. Volvió a gobernar entre 2001 y 2006, y llegó nuevamente al poder en 2008, en un mandato marcado por los excesos y abusos del magnate en el ejercicio del poder, que suscitaron críticas y protestas de medios de comunicación, industriales e incluso de la Iglesia católica italiana.

La noche del 13 de diciembre de 2009, Berlusconi fue atacado por Massimo Tartaglia, de 42 años, a la salida de un mitin político en Milán, quien le golpeó el rostro con una réplica de la catedral de Milán, cuando hacía proselitismo para las elecciones regionales de marzo siguiente.

Desgastado tras cinco años de mal gobierno, logró un remonte espectacular en febrero de este año, que hoy se revirtió con su expulsión formal de la política formal italiana.

Famoso por sus cirugías plásticas e implantes capilares, Berlusconi es padre de cinco hijos y tiene varios nietos. Han causado escándalo sus pronunciamientos tildados de racistas, sexistas y cínicos. Sobre sus detractores señaló: me piden que me vaya a casa, pero no sé a cuál de mis 20 casas ir. Elogió al presidente estadunidense, Barack Obama, por guapo, joven y bronceado.

“Han preguntado a chicas de entre 20 y 30 años si harían el amor conmigo; 33 por ciento dijeron que sí; 67 por ciento preguntaron ‘¿otra vez?’”, alardeó en otra ocasión. A una joven desempleada que cuestionó su política económica le aconsejó casarse con un hombre rico para dejarse de preocupaciones.