Las nuevas figuras previstas en la reforma financiera para agilizar la recuperación de garantías en los créditos bancarios no modifican en nada las condiciones de los préstamos actualmente vigentes, aseguró este miércoles Javier Arrigunaga, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

No debe haber preocupación del público por un eventual endurecimiento de las leyes para hacer efectivas las garantías dejadas en prenda por un préstamo (como la vivienda, en el caso de los hipotecarios, o el auto, en los automotrices) salvo que una persona pida un crédito pensando que no va a pagarlo, afirmó Arrigunaga en conferencia de prensa.

El martes pasado, con el voto favorable en el Senado, se completó el proceso legislativo de aprobación de la reforma financiera que propuso el presidente Enrique Peña Nieto. La legislación avalada por el Congreso incluye figuras como radicación de personas y retención de bienes, como parte de los procesos jurídicos para que un otorgante de crédito recupere el monto prestado o la garantía dejada en prenda, en caso de incumplimiento.

Esas definiciones sustituyeron las de secuestro de bienes y arraigo, que estaban contenidas en la iniciativa presidencial y que, de acuerdo con la ABM, ya existen en la legislación mexicana desde 1884, aunque nunca han sido utilizadas por la banca, como expuso ayer Arrigunaga.

Las figuras de secuestro y arraigo (respecto de los bienes y los deudores) son vigentes y no las hemos utilizado. No vamos a cambiar la forma de otorgar una tarjeta de crédito, un préstamo de nómina o un crédito personal. Algunas de las figuras más importantes que se están modificando para la recuperación del crédito tienen que ver con empresas o grandes deudores, más que deudores de consumo, explicó el presidente de la ABM y también director general del Grupo Financiero Banamex.

Con la nueva legislación, no vemos que vaya a haber una modificación relevante que impacte en términos de ejecución de garantías, añadió.

Los contratos de crédito pactados hasta ahora, apuntó, ya están definidos y no cambiarán a partir de la entrada en vigor de la reforma financiera.

El conjunto de modificaciones legales que comprende la reforma no tiene impacto negativo para los usuarios de crédito, insistió en la misma conferencia de prensa Luis Robles Miaja, vicepresidente de la ABM y presidente del consejo de administración de BBVA Bancomer.

No hay impacto contra el deudor con la reforma financiera y además no hay que olvidar la otra parte de esta reforma, en la que estamos de acuerdo como ABM: todo el capítulo de protección a los usuarios de servicios financieros, apuntó.

En la reforma financiera se dota de nuevas facultades a la Comisión Nacional para la Defensa y Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) para proteger a los consumidores contra cláusulas que considere abusivas, se prohiben las ventas atadas (que sea obligado adquirir un servicio para contratar un crédito) y se refuerza la posibilidad de arbitraje entre un banco y un deudor.

A su vez, BBVA Bancomer consideró necesaria mayor claridad sobre algunas de las medidas incluidas en la reforma financiera, en particular las que tienen que ver con la operación del sistema de pagos y la evaluación que hará el gobierno sobre la contribución al desarrollo de las instituciones crediticias.

Se trata de una buena reforma que va a hacer más sólido, solvente, transparente y competitivo al sistema financiero, expresó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer.