Opinión
Ver día anteriorSábado 23 de noviembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

PIB: jaloneos por migajas

Fin de la coyunturalidad

Gabinete, fan del tío Lolo

D

e qué tamaño será el mísero comportamiento económico mexicano, que los funcionarios hacendarios ferozmente pelean por migajas (¡felicidades!: el crecimiento en 2013 será de 1.3 y no de 1.2 por ciento como aseguran los maledicentes) y celebran el vigoroso avance en el tercer trimestre (¡0.84 por ciento!), mientras en la Secretaría de Economía encienden veladoras y sacan el rosario para que el motor del vecino del norte finalmente arranque, pues, aseguran, la coyunturalidad (Ildefonso Guajardo dixit) se atenúa al cierre del año, aunque nunca precisan de cuál.

Expertos en las artes del tío Lolo, los integrantes del gabinetazo económico dejan a un lado que la economía mexicana debe crecer a un ritmo sostenido de 6 por ciento anual, como mínimo, sólo para comenzar a salir del hoyo en el que se hundió tres décadas atrás, y ese cálculo proviene de las mismas mentes brillantes que hoy festejan el citado 0.84 por ciento de crecimiento y el ya cercano final, según dicen, de la coyunturalidad, un término que, dicho sea de paso, se suma al de por sí creativo lenguaje de la casta tecnocrática que ha conducido al país al despeñadero.

Tal como lo prometieron a finales de 2012 (con los resultados en 2013 ya son conocidos y padecidos por todos), para 2014 los genios de la Secretaría de Hacienda vuelven a ofrecer una vigorosa etapa de aceleración de la economía mexicana y festejan que en el presente año nunca hubo recesión, sino apenas una desaceleración que se tradujo en un desplome cercano a 70 por ciento en el pronóstico de crecimiento. De nueva cuenta hablan de una economía vigorosa y 3.9 por ciento de avance para el próximo año, que, de cumplirse, de cualquier suerte resultaría notoriamente insuficiente para comenzar a salir del referido agujero. Pero es obvio que gozan con las migajas y se jalonean por las moronas.

En la Secretaría de Economía atribuyen el menor crecimiento al esperado a factores externos (léase el destartalado motor del mundo, Estados Unidos), aunque en acto de contrición reconoce que también ayudaron nuestras condiciones internas que no fortalecieron la dinámica de crecimiento nacional en lo esperado. Y lo dijo, precisamente, el secretario Guajardo, el responsable de fortalecer la dinámica económica interna, es decir, el señor de la coyunturalidad, para quien las perspectivas económicas para el próximo año serán más favorables, ya que los principales socios comerciales de México están creciendo a tasas de 2 por ciento, cuando hace poco están prácticamente en cero. Eso sí, nunca pierden la esperanza y confían en que el próximo año se puedan esperar expectativas optimistas en materia de crecimiento.

Mientras festejan por las migajas obtenidas, cruzan los dedos para que el panorama mejore y admiran al tío Lolo, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advierte que al comparar las tendencias de la actividad industrial de México y Estados Unidos, se observa que la segunda presenta un comportamiento alcista en tanto que la primera reporta un movimiento a la baja. En cuanto a los ciclos, se nota una situación similar, con un alza en la actividad estadunidense y una baja en la producción nacional; sin embargo, las cifras de la economía mexicana se encuentran rezagadas un mes respecto de las de Estados Unidos, por lo que es probable que en los próximos periodos se pueda apreciar una mejora en la tendencia y ciclos de México debido al nivel de correlación existente entre las dos economías.

La actividad industrial en Estados Unidos ha reflejado señales de mejoría, apunta el CIEN. En octubre presentó un incremento de 3.3 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado “lo cual resulta alentador al considerar que durante dicho mes se llevó a cabo el ‘apagón’ de las actividades del gobierno estadunidense. Una mejora en el sector industrial de Estados Unidos se traduce en una oportunidad de crecimiento para la actividad industrial mexicana, en especial para el rubro de las manufacturas cuya correlación con su contraparte del vecino del norte es muy alta, dado el significativo nivel de exportaciones que nuestro país sostiene con dicha economía”.

El citado centro de análisis considera que es imperativo aprovechar los destellos de mejora en la actividad industrial de Estados Unidos de tal manera que se genere un impacto positivo en el desempeño económico nacional; sin dejar de considerar lo igualmente importante que resulta impulsar el mercado interno como fuente prioritaria de un crecimiento sostenido.

La actividad industrial en Estados Unidos presentó un incremento de 3.3 por ciento con respecto a octubre del año pasado, debido a que el comportamiento de prácticamente todos los renglones productivos de mayor importancia mostraron una tasa de crecimiento positiva siendo vehículos (8.7 por ciento), equipo de cómputo (7.3) y maquinaria (4.9) los de avances más significativos.

En lo que respecta a las tendencias se observa un comportamiento al alza en el total de la actividad industrial, así como en la mayoría de sus componentes, con excepción del equipo eléctrico, el cual registra señales de estancamiento. Por su parte, los ciclos muestran un comportamiento similar en donde se aprecian movimientos alcistas en todos los sectores, a diferencia del equipo eléctrico cuyo ciclo se encuentra a la baja. Lo anterior es una buena señal para la producción industrial estadunidense, ya que podría observarse una mejora en su desempeño durante los próximos meses.

Las rebanadas del pastel

Mientras los mexicanos se preparan emocionalmente para gozar de los múltiples beneficios que el fin de la coyunturalidad les generará y el futuro venturoso que les vuelven a prometer los genios del gabinetazo económico, el más reciente informe del Inegi sobre la inflación perfila de qué tamaño será el macroaumento a los salarios mínimos para 2014. Ayer la institución divulgó que en la primera quincena de noviembre de 2013, el Índice Nacional de Precios al Consumidor presentó un incremento de 0.85 por ciento respecto a la quincena inmediata anterior, alcanzando una tasa de inflación anual de 3.51 por ciento. En el mismo periodo de 2012 los datos correspondientes fueron de 0.79 por ciento de variación quincenal y de 4.36 por ciento anual. Así, es previsible un incremento al minisalario de 2.25 pesotes diarios. No se los gasten en cosas banales.

Twitter: @cafevega