La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aceptó la recomendación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) relacionada con el acoso de un profesor de bachillerato a una alumna, pero rechaza que se haya pretendido ocultar un asunto que condena y reprueba.

Asimismo, afirma que no hubo impunidad y que el organismo defensor de las garantías individuales desconoce el marco jurídico universitario. También le ratifica que es al Ministerio Público, no a la máxima casa de estudios, al que corresponde fincar responsabilidades penales.

En la respuesta a la recomendación 45/2013, la UNAM advierte que no puede permitir ni tolerar las afirmaciones sesgadas y contrarias a la verdad de los hechos, contenidas explícita o implícitamente en el documento, porque se apartan de la realidad.

Apunta que la única forma de servir al país con absoluta entrega y pasión es sin agendas personales, con mesura y firmeza, así como con trabajo técnico apartado de la estridencia o conveniencia política.

En círculos políticos y de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos se plantea que este asunto, que terminó confrontando a dos de las instituciones de mayor prestigio en el país, se debe a que en unos meses viene el proceso de relevo en la presidencia de la CNDH, donde Raúl Plascencia pretende relegirse, y el abogado general de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, quien hace cuatro años contendió por ese puesto, se ve como un candidato natural y un fuerte contendiente.

En un documento de 44 páginas, la universidad dio respuesta a la recomendación dentro del plazo establecido, que vencía ayer. Detalla las acciones que realizó a partir de que conoció del caso: en 11 días hábiles se aplicó al profesor la máxima sanción prevista en la normatividad universitaria, consistente en el despido; se ofreció apoyo académico-escolar y médico a la joven de 16 años, y el abogado del plantel de bachillerato acompañó a la menor y a sus padres a levantar la denuncia penal correspondiente.

Asimismo, la máxima casa de estudios manifiesta extrañeza de que, ante su actuación de buena fe, no se haya entablado comunicación con la institución para solicitar lo que resultara necesario atender y hacer la precisión o aclaración correspondiente.

Agrega que la CNDH desconoce el marco jurídico universitario, al señalar que la UNAM fue omisa por no haber dado vista a la contraloría interna, pues esta instancia no tiene atribuciones para conocer de faltas del personal académico, con excepción de daños patrimoniales. Hacer lo que plantea la comisión implicaría inobservancia de la normatividad universitaria.

La UNAM dedica un apartado de tres páginas a enumerar otras inconsistencias de la recomendación y presenta comentarios sobre la selección inadecuada de la CNDH al optar por la recomendación y no la conciliación.