Las reformas aprobadas el martes pasado por la Asamblea Legislativa, mediante las cuales se aumentan las penas por robos, daño en propiedad ajena y agresiones a policías en marchas, concentraciones o mítines, generó división en la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y críticas de los líderes del perredismo capitalino a sus legisladores, por considerar que con eso se criminaliza la protesta social.

En un pronunciamiento público, 10 de los 12 diputados del sol azteca de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) ratificaron su rechazo a esos cambios promovidos por Antonio Padierna, compañero de su fracción y de su grupo político.

Consideraron que esa reforma, antes que proteger el derecho constitucional a la movilización social, la criminaliza, y es sinónimo de autoritarismo e inseguridad jurídica para los capitalinos.

Raúl Flores presidente del PRD-DF, criticó también el proceder de su bancada.

Dijo que no deben buscar criminalizar la protesta social; parecería que se quiere endurecer ese tema. Tiene que haber un exhorto claro para que se tenga primero el diálogo antes de que sea punible. Añadió que su partido no fue consultado sobre esa reforma.

Añadió que discutirá con la fracción del sol azteca en la Asamblea Legislativa esos cambios, pues no puede irse a contrapelo de lo que ha sido la historia del Distrito Federal, que es de lucha y tolerancia.