Zacatecas, Zac., 19 de noviembre.

En la comunidad Emiliano Zapata, municipio de Sombrerete, los agricultores Ramón Barrios y Alfonso Chávez se juntaron para trillar sus cosechas de frijol. Usan sus tractores Ford 6600 y una ruidosa trilladora para sacar el grano, con el apoyo de cuatro peones.

A lo mucho nos pagan a 8.50 pesos el kilo. Ahorita la cosecha está saliendo bien, pero como es frijol claro, con estas lluvias se va a empezar a manchar y nos van a bajar el precio. Además, la gasolina y el diesel están cada vez más caros, explicó Alonso, quien reconoció que no tiene más remedio que vender a los coyotes, porque si lo llevamos al centro de acopio, es fiado. Nos van a pagar en febrero. ¿Así a dónde vamos a dar?

Según Ramón, “el coyote dice: ‘te lo pago a dos pesos menos, pero aquí al chas chas’ (en efectivo). Tenemos que darlo barato para pagarle a los peones, al que nos renta la trilladora”.

La Federación anunció que comprará por conducto de Diconsa 3 mil toneladas de frijol, pero ya beneficiado y entregado en bolsas de plástico de un kilogramo. ¡Ni en el mercado lo entregan así! ¿Y tres mil toneladas? En Emiliano Zapata un solo productor de los grandes cosecha 200 toneladas, y ya sabe que va a tener que malbaratarlas. Otro compañero ya tiene en bodega 100 toneladas y no sabe qué hacer, porque tiene las deudas y no hay quien le compre bien.

En la misma región de Zacatecas, entre Sombrerete y Río Grande, otros dos campesinos, Simeón Monreal y Susano Rivas, se apresuran a trillar, cada quien por su parte.

“Los coyotes pagan siete pesos el kilo, y en el centro de acopio lo van a pagar a 10.50. No podemos aguantar. Vamos a vender a los coyotes porque se necesita el dinero para seguir trabajando. Es muy bajo el precio, pero ¿ya que más hacemos? Pedíamos a 15 pesos, pero dicen que a 10.50, y no sale. Ojalá le suban, porque de aquí sale el sustento para todo el año”, dijo Simeón.