Aunque todavía no se inicia formalmente el proceso para renovar la dirigencia nacional del PAN, los interesados en el cargo ya comenzaron el diálogo con los liderazgos locales en busca de alianzas que les permitan triunfar en los comicios internos previstos para marzo próximo.

Los amarres con grupos regionales y estatales surgen de la convicción de que la próxima elección de presidente del blanquiazul la ganará quien haga una buena campaña tanto en medios de comunicación como a ras de tierra. En esto ayuda contar con el apoyo de los dirigentes del partido en las entidades, señalan operadores electorales del panismo.

Los maderistas afirman tener el apoyo de 28 presidentes estatales, pero los olivistas rechazan que esa corriente haya logrado dicho soporte y ofrecen sus propios números, según los cuales Juan Manuel Oliva, ex gobernador de Guanajuato, ha logrado hasta la fecha, la adhesión de 15 jefes locales.

Los calderonistas, por su lado, piden no irse con la finta, pues el hecho de que un presidente estatal haya comprometido su voto con algún aspirante en particular, no quiere decir que toda la militancia votará de la misma manera. En el interior del país, el partido está dividido y, por tanto, los líderes regionales no pueden asegurar un sufragio unificado, explica un operador del senador Ernesto Cordero, quien desde hace varias semanas manifestó su intención de contender por la jefatura nacional del PAN y con el propósito de ganar adeptos, todos los fines de semana, recorre territorio nacional haciendo precampaña.

Al comentar sobre las cuentas que hacen los maderistas, Adriana Dávila, integrante del equipo de campaña de Cordero Arroyo, dice que es aventurado afirmar que alguien tiene determinado número de jefes estatales, pues las personas no son propiedad de nadie. Resalta que la contienda no está definida. Un proceso electoral siempre inicia 50-50 y cada quien decide cómo lo lleva, si para arriba o para abajo, subraya al referirse a las expectativas de votación.

Destaca, además, que es una contradicción que los seguidores del actual presidente nacional del blanquiazul se ufanen de tener a su lado más de 20 dirigentes locales, pues si lo que pretenden es que los comicios se ganen por medio de la estructura partidista y la línea, entonces para qué la abrieron a toda la militancia, interroga.

Con todo, los calderonistas dialogan con los liderazgos regionales, en busca de alianzas y lo mismo hacen olivistas y josefinistas.