La delegación nacional que participó en la 19 Reunión Interparlamentaria México-Canadá insistió en la urgencia de terminar con el diferendo en torno al requisito de que los ciudadanos mexicanos usen visa para ingresar en territorio canadiense. No obstante, los integrantes de la Cámara de los Comunes de aquel país no se comprometieron a gestionar ante su gobierno el fin de dicha medida.

Pese al optimismo de los diputados y senadores mexicanos porque en el mes de febrero próximo pudiera anunciarse el fin del requisito de visa canadiense, a lo único que se comprometieron sus contrapartes de aquella nación fue a buscar mecanismos que permitan un mejor flujo de ciudadanos en el territorio de su país, sin hablar de la suspensión definitiva de visas.

También el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya, anunció que próximamente convocará a una reunión trilateral legislativa para América del Norte en la que se incluirá a los representantes de Estados Unidos.

Sobre el tema de la visa canadiense, el legislador queretano aplaudió la sensibilidad de los representantes de aquel país y, dijo, esperamos que en México podamos volver a lo que ha sido nuestra normalidad histórica de apertura en nuestras fronteras.

Precisamente, en el comunicado conjunto que se dio a conocer ayer en la tarde, los grupos de trabajo concluyeron que desde el año 2006 “México es el segundo destino turístico de los ciudadanos canadienses, por lo que subrayamos la importancia del turismo entre nuestros países, en virtud de la contribución que tiene no sólo en nuestras economías, sino por la profundización de los lazos humanos y culturales que significa.

Sin embargo, creemos necesario incrementar aún más el intercambio turístico entre nuestros países. Con este propósito, y con base en que las medidas realizadas por la legislación de Canadá han demostrado reducir el flujo de personas que solicitaban artificiosamente el refugio, urgimos a intensificar las acciones de nuestros dos países a fin de atender nuestro objetivo común, que es el de facilitar lo antes posible el flujo de ciudadanos mexicanos y canadienses.

La respuesta de la delegación de Canadá sobre el particular fue evasiva, pues en ningún momento se comprometió a realizar gestiones sobre tal demanda ante el gobierno de su país. Se limitó a enunciar la necesidad de mayor cooperación para solucionar problemas comunes, compartir información para mejorar los sistemas políticos y modernizar las fuerzas de seguridad que combatan a la delincuencia organizada.