Los puntos débiles de la evangelización que realiza la Iglesia católica son la familia y los jóvenes, aseguró el prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Marc Oullet, quien agregó que en el encuentro continental guadalupano, que hoy comienza, se tocará el tema de la violencia que se vive en la región y los desafíos que impone a las pastorales.

En rueda de prensa en la Basílica de Guadalupe, dio detalles del foro Peregrinación y encuentro Nuestra señora de Guadalupe, estrella de la nueva evangelización en el Continente Americano –que reúne a más de 85 jerarcas católicos y de 600 sacerdotes, laicos y personas consagradas–, y precisó que el objetivo fundamental es lograr la unidad continental de todas las diócesis de la región.

El cardenal canadiense dijo que ante las heridas de la injusticia y de la violencia en el continente, hay necesidad de la gracia de Dios. Admitió que debido a que al encuentro acuden obispos, arzobispos y cardenales de áreas golpeadas por el narcotráfico, seguramente estas situaciones van a estar presentes en la reflexión y en la colaboración entre todos.

Añadió que la Iglesia católica nunca es indiferente al sufrimiento y las necesidades de aquellas regiones donde hay guerras, explotación y violencia.

Oullet dijo que del intercambio de experiencias entre los participantes surgirá una idea más clara de solidaridad entre todas las diócesis, de acuerdo con los problemas que enfrenta cada una.

El laico Guzmán Carriquiry, secretario de la Comisión Pontificia para América Latina, detalló que hoy, en la inauguración del encuentro que se efectuará en la Plaza Mariana de la Basílica de Guadalupe, hasta el próximo 19 de noviembre, se transmitirá un video-mensaje del papa Francisco, y añadió que el pontífice envió a la Virgen de Guadalupe un ramillete de rosas de oro, las cuales serán puestas por el cardenal Norberto Rivera a los pies de la Guadalupana, el próximo domingo, en la vigilia.

Luego de recordar que el papa Pablo VI también envió una rosa de oro a la Guadalupana, Carriquiry describió el obsequio papal. Nos dio un cofre especial: este obsequio, este don, son cuatro rosas en medio de algunas hojas de oro y con base de plata. Esta joya es un gesto de devoción hacia la virgen.

En el encuentro, en el que participarán nueve cardenales del continente, los jerarcas católicos centrarán su atención en procurar la unidad para hacer frente a los grandes desafíos de la nueva evangelización.