Policías federales despedidos protestaron frente a la Secretaría de Gobernación para exigir la reinstalación en sus puestos. Los quejosos afirman que hay irregularidades, pruebas manipuladas y excesos en las evaluaciones de control de confianza, en especial por el uso del polígrafo. Algunos de ellos tienen antigüedad laboral de más de 15 años y, aseguran, en la corporación pretenden darles una liquidación mínima, por lo que consideraron que, además en esta depuración también hay dolo. Denuncian, también, maltrato a los policías que deben pasar por esas pruebas con base en las que fueron inhabilitados. Aunque a Gobernación se presentaron sólo algunos, afirman que casi 3 mil integrantes de la Policía Federal han sido notificados recientemente de su separación.