Ante el recorte de 500 millones de pesos al proyecto de presupuesto del Instituto Federal Electoral (IFE) –6 por ciento de lo que solicitó el organismo–, no se afectarán las partidas destinadas a los partidos políticos.

En el IFE se informó que la merma podría impactar en actualización de equipos del monitoreo de radio y televisión, así como en la pretendida compra de inmuebles para las juntas locales. El instituto pagará el año próximo, por rentas, casi 300 millones de pesos.

En octubre próximo empezará el proceso electoral federal 2014-2015. Buscaremos evitar que el recorte presupuestal ponga en riesgo la organización de las próximas elecciones federales. Este proyecto tiene asignados 540 millones de pesos, reiteraron ayer en conferencia de prensa Benito Nacif, presidente provisional del IFE, y el consejero Lorenzo Córdova.

El IFE señaló que la Constitución claramente protege el financiamiento público a los partidos políticos (4 mil 44 millones de pesos para 2014) y, por tanto, no puede ser afectado por el ajuste presupuestal que la Cámara ordenó.

Con la determinación de San Lázaro, el financiamiento público a los partidos podría elevarse a 52 por ciento del presupuesto total del IFE.

El instituto absorberá el recorte, pero prometió no afectar las actividades sustantivas del organismo, como los trámites de credencial de elector. El año entrante serán expedidas más de 16 millones de credenciales, mientras la operación y actualización del Registro Federal de Electores tendrá un presupuesto de 2 mil 682 millones.

La instrucción es hacer lo posible para que no se afecte la atención a la ciudadanía, dijo en su turno Edmundo Jacobo, secretario ejecutivo del IFE.

Los consejeros y funcionarios del instituto también se comprometieron a operar con austeridad y eficiencia ­presupuestal.