na vez más los mexicanos cuentan con un presupuesto histórico –concretamente para 2014– en lo que a monto de egresos federales se refiere. ¡Felicidades!, pero como es costumbre, también, todo apunta a que con el billonario monto aprobado por los esforzados diputados futboleros la economía mexicana no saldrá del hoyo, y mantendrá el raquitismo en materia de crecimiento, generación de empleo formal y bienestar para los mexicanos, es decir, el mismo menú desde hace 30 años, porque con esa carretada de billetes, y sólo en el mejor de los casos, el producto interno bruto crecería 3.9 por ciento (lo mínimo necesario para comenzar a salir del agujero es 6 por ciento anual sostenido).

De cualquier forma, lo anterior motivó la alegría en el titular de Hacienda, Luis Videgaray, quien agradeció el detalle a la afición de San Lázaro, porque en tal presupuesto sobresale la aplicación en 58.5 por ciento del total al desarrollo social; para el desarrollo económico 32.3 por ciento y sólo 9.3 por ciento para realizar las funciones de gobierno. Qué bueno que esté feliz, pero de entrada al mega presupuesto habrá que restarle, en números cerrados, un billón de pesos por concepto de nómina burocrática (especialmente la destinada a la elite gubernamental); alrededor de 400 mil millones de pesos por servicio de la deuda pública (mayoritariamente compuesto por el pago de intereses) y 530 mil millones por el pago de pensiones y jubilaciones. Estos tres renglones de gasto se comen el 43 por ciento del PEF 2014, de tal suerte que lo histórico tiende a encogerse.

Concretamente, para el servicio de la deuda pública los diputados con la camiseta número 12 aprobaron un presupuesto de 383 mil 400 millones de pesos, equivalente a 2.2 por ciento del PIB. Lo bueno es que desde tiempos de Salinas quedó resuelto el asunto del débito, según anuncio de ese mismo personaje. Pero bueno, ya los mexicanos podrán presumir que en 2014, por el concepto referido, pagarán mil 50.4 millones de pesos por día, o si se prefiere 43.77 millones por hora (para los masoquistas el dato es el siguiente: 730 mil pesos por minuto).

Lo cierto es que, desde antes de ponerse a consideración de los inquilinos de San Lázaro, el grueso del presupuesto ya estaba comprometido, como todos los años, al inamovible gasto en renglones específicos, algo que los propios diputados reconocen: si bien va, de cada peso presupuestal sólo quedan 10 centavos libres para reasignación, y en ese sentido actuaron para aterrizar el proyecto del Ejecutivo para 2014.

El hecho es que el próximo año se gastarán –si Videgaray y sus muchachos no disponen otra cosa, como en 2013– 4 billones 467 mil 225 millones 800 mil pesos, casi 13 mil millones menos que los estimados en la propuesta del Ejecutivo, por lo que debieron realizarse algunos ajustes (algunos a la baja, otros al alza).

En este sentido, la propia Cámara de Diputados detalla que las reducciones realizadas al proyecto de presupuesto de egresos de la Federación para 2014 sumaron 76 mil 919 millones de pesos y se distribuyeron de la siguiente manera: en el conjunto de los poderes, ramos y entes autónomos, se llevaron a cabo tijeretazos por 5 mil millones. Este monto provino de ajustes por 500 millones al Poder Legislativo (184.8 millones a la Cámara de Senadores y 315.2 millones a la Cámara de Diputados); 4 mil millones a la Consejería Jurídica del Poder Judicial y 500 millones al Instituto Federal Electoral.

Además, en los ramos administrativos se efectuaron reducciones por 18 mil 102.1 millones, afectando principalmente a las secretarías de Comunicaciones y Transportes (7 mil 468. 5 millones), Desarrollo Social (4 mil millones); Medio Ambiente y Recursos Naturales (3 mil millones) y Educación Pública (2 mil millones). En los ramos generales (gasto programable), los recortes fueron por 20 mil 823.5 millones; en provisiones salariales y económicas, 10 mil 022.4; en aportaciones a la seguridad social, 8 mil 73.4, y en aportaciones federales para entidades federativas y municipios, 2 mil 727.7.

En las entidades de control directo se disminuyeron 13 mil 500 millones, provenientes de la Comisión Federal de Electricidad (7 mil 500) y Petróleos Mexicanos (6 mil). En gasto no programable se recortaron 19 mil 515.7 millones, que afectan al presupuesto para deuda pública (3 mil) y al pago de Adefas, con 8 mil 500). Las participaciones a entidades federativas y municipios serán menores (8 mil 15.7).

En sentido contrario, las ampliaciones presupuestales sumaron 64 mil 190.5 millones de pesos, y entre otros renglones beneficiaron a provisiones salariales y económicas (41 mil 674.8 millones), se creó una reserva especial en el Fonden para Guerrero (7 mil), la implementación del sistema de justicia penal en las entidades federativas (5 mil); el fondo para fronteras (3 mil); fondo de capitalidad del Distrito Federal (3 mil); fondo de cultura (2 mil 728.5); fondo de infraestructura deportiva (3 mil 211.6); proyectos de desarrollo regional (18 mil 332.1).

Por un lado se les recortó, pero por otro se les amplió el presupuesto: a las secretarías de Comunicaciones y Transportes 11 mil 551.5 millones; a la SEP 4 mil 576.6; y a Sagarpa mil 438.9. Entonces, a gastar y a meter la mano, con los mismos resultados de siempre.

Las rebanadas del pastel

Tres meses atrás la Secretaría del Trabajo, con Alfonso Navarrete Prida en la oficina principal, resolvió el conflicto en la mina El Coronel, Zacatecas (propiedad de Carlos Slim)…, pero lo hizo de saliva. Se comprometió a realizar el recuento legal para definir la titularidad del contrato colectivo de trabajo, pero nada ha sucedido y el conflicto se mantiene al rojo vivo. De hecho, el Sindicato Nacional de Mineros denuncia que las autoridades del Trabajo se han negado a convocar al recuento sindical que se pactó mediante un convenio escrito el 16 de agosto anterior, con el fin de que dicho recuento se realizara 35 días después, o sea que la fecha venció desde el 20 de septiembre pasado sin resultados. Es decir, han pasado casi dos meses y la secretaría no ha cumplido ese compromiso pactado por su enviado Manuel Cadena Morales. Es intolerable esta inacción de las autoridades, máxime que el enviado del gobierno federal, Manuel Cadena, se comprometió personalmente a realizar ese recuento en tal lapso. Y aún dijo que el gobierno federal tiene pantalones para realizar este procedimiento. Pues que Cadena demuestre que tienen pantalones, dicen los trabajadores de El Coronel.

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