Con el compre ahora y pague hasta en 18 mensualidades, los capitalinos se engancharon y acudieron a los negocios, tiendas de autoservicio y plazas comerciales a adquirir las ofertas de la tercera edición de la campaña comercial El Buen Fin.

En las calles del Centro Histórico, que poco a poco se fueron abarrotando, se ofrecieron descuentos reales de 10 a 50 por ciento para pago en efectivo o la posibilidad de pagar a 6 o 12 meses con tarjetas de crédito –siempre y cuando la compra sea de mil pesos o más–, en zapaterías, tiendas de ropa, comida y joyerías, entre otros.

En el primer cuadro ni el comercio informal dejó pasar esta euforia de vendedores y compradores y hasta quienes ofrecen piratería colocaron sus cartoncillos sumándose a esta iniciativa. En la calle de Uruguay se vendían los videos de salsa a dos por 50 pesos y sobre el Eje Central, quienes venden copias de programas de cómputo también colocaron sobre sus tapetes, que hacen de catálogo, calcomanías con el emblema del promocional.

Si conviene

El atractivo adicional a las ofertas era el pago en mensualidades. Si conviene, por tres pares de zapatos me hacen un descuento de 10 por ciento y además puedo pagar a plazos, responde Guadalupe Jiménez, empleada de un banco. Pero, tiene que estar pagando por seis meses, se le insiste. A plazos ni se siente, y por mil pesos, voy a pagar poco más de 150 pesos al mes, señaló

En el Centro Joyero de Madero, Rocío pide que le muestren una cadena de tres oros. Le traía ganas desde cuando, pero no me alcanzaba, ahora tiene un descuento de 30 por ciento y hasta 12 meses sin intereses, comentó.

En opinión de los vendedores el mejor día será el sábado y domingo, porque es cuando vienen en familia al Zócalo.

Las pantallas parecen consolidarse como el producto más demandado en El Buen FinFoto Francisco Olvera

En la Zona Rosa, los empleados de las torres de oficinas asentadas sobre Paseo de la Reforma comenzaron a arribar a plazas comerciales y tiendas aledañas a partir de las 11 de la mañana, donde invariablemente el pago de las compras se realizaba con tarjetas de crédito.

Leobardo San Juan, quien trabaja como inspector de seguridad en el Sistema de Transporte Colectivo Metro aprovechó la hora del almuerzo para recorrer el Walmart localizado en Nativitas. Temía que si esperaba a la salida hubiera mucha gente o por la demanda se agotarán las pantallas, se decidió por un equipo en 3 mil 900 pesos, lo que según le significó un ahorro de 50 por ciento.

Para Fernanda Corona, El Buen Fin no resultó muy satisfactorio, porque al acudir al centro comercial en busca de una fragancia, a pesar de los enormes anuncios que promocionaban rebajas, en Sears los perfumes no entraban en la oferta.

Guillermo Alcántara, que un día antes busco un saco que le costaba mil 700 pesos, espero al día siguiente y lo adquirió, desembolsando la misma cantidad en la tienda Liverpool, pero a cambio recibió un monedero electrónico con un reembolso de 30 por ciento que sólo podrá utilizar en la tienda.

En el centro comercial Plaza Universidad tiendas de la marca española sólo ofrecía 15 por ciento y el adicional eran pagos a meses sin intereses. Mientras que en las de artículos deportivos había ofertas de 30 hasta 50 por ciento, según las marcas.

Los negocios más socorridos fueron las tiendas de autoservicio, donde al igual que en otros años, los productos más adquiridos fueron las pantallas de televisión y electrodomésticos. Aunque a temprana hora había poca afluencia, conforme caía la tarde comenzaron a formarse aglomeraciones.