En una noche de festejo en familia por 20 años de actividad, la Casa Lamm presentó su proyecto editorial, que nace para publicar trabajos de sus estudiantes e investigadores.

Casa Lamm se viste de fiesta por nuestros primeros 20 años. Estamos aquí todas las socias, afirmó Germaine Gómez Haro, directora del espacio cultural, durante la entrega de reconocimientos a la excelencia académica. A su lado, en la misma mesa, las fundadoras e impulsoras del espacio: sus hermanas Claudia y Cecilia, así como Elin Luque.

Logro de la sociedad civil

El historiador Guillermo Tovar de Teresa, fallecido el domingo pasado, estuvo presente en la reunión de la comunidad del centro de cultura, la familia Casa Lamm. Desde la imagen de un video, sentado en medio de un jardín, con impecable traje, se escuchó su voz: Soy una persona sorprendida de que hayan pasado ya 20 años del establecimiento de un gran centro cultural para la ciudad, el país y hasta a nivel internacional. Veinte años de quienes crearon el espacio idóneo para la pluralidad, la diversidad y para toda clase de personas que tienen algo que decir o hacer, vinculado con la cultura. Casa Lamm es un logro paradigmático de que la sociedad civil puede llevar a cabo cuando tiene un propósito tan definido y tan bien concebido.

Tras un largo y conmovedor aplauso de los ahí reunidos, Claudia Gómez Haro dijo: Tenía que estar aquí, expresó. Enseguida, rectificó: Él se encuentra aquí con nosotros. Quien fue no sólo un entrañable amigo, sino también un promotor de este centro. Gracias a él la librería se llama Pegaso y también hizo la investigación para poner el nombre de Casa Lamm.

Entre la fría lluvia que cortaba el aire, se presentó el nuevo himno para el centro cultural. Antes de ser interpretado por un coro de jóvenes fue dedicado al recién fallecido cronista de la ciudad. Monumento a la cultura del pasado rindes parte. El arte es tu natura, la libertad, tu estandarte, cantaron.

La casona porfiriana, rescatada cuando la colonia Roma estaba en ruinas por los estragos del terremoto de 1985, abrió ahora sus puertas para celebrar las dos décadas de funcionar como espacio dedicado al arte y sus profesionales con un festejo en familia, como expresó Germaine Gómez Haro, al encabezar la entrega de casi medio centenar de medallas al personal docente y estudiantes.

Concreción de un sueño

Alejandro Burillo Azcárraga, presidente del consejo directivo, fue uno de los impulsores de proyecto hace dos décadas y proporcionó el espacio en la colonia Roma. Así nació un centro de estudios y cultural en trabajo conjunto con las tres hermanas Gómez Haro, Elin Luque y Elena Lamm. Un sueño de colegas historiadoras del arte, que de una primera generación de 40 historiadores del arte, hoy tiene una matrícula de más de 600, en licenciatura, maestría, doctorado y otras actividades académicas.

Casi al final del acto efectuado en el patio central de la casa de avenida Álvaro Obregón 99, se mencionó el nacimiento de Editorial Lamm, como proyecto académico gestionado por los propios estudiantes para difundir las letras e investigaciones de profesores, alumnos y ex alumnos.

Nos va a abrir camino para que sus trabajos sean publicados, lo mismo que el de sus maestros, apuntó Claudia Gómez Haro.

La colección editorial dedicada a las artes y la literatura nace con seis títulos iniciales. Dos de los volúmenes son tesis surgidas de los estudios de posgrado: Arte/Comida/Arte…, de Alejandra Rodríguez Díez y La publicidad audiovisual: una forma de arte posmoderno, de Rolando Vilasuso.

En literatura, se publicó La ruta de la creatividad, de Cecilia Urbina, en la que explora la obra de autores anglosajones posteriores a la Segunda Guerra Mundial como Julian Barnes o Ian McEwan. También de Juan Carlos Calvillo, La ficción de los Estados Unidos. Se trata de un análisis de la literatura de ese país, desde Edgar Allan Poe hasta Paul Auster.

Del género narrativo los primeros títulos son la novela Punto muerto, de Norma Elizondo Mayer Serra y la colección de cuentos Concierto para Destino y Concierto para Desesperanza, de Jorge Trejo.