Guadalajara, Jal., 12 de noviembre.

Unos 600 trabajadores de la planta textil Hilasal, ubicada en el parque industrial de El Salto, cumplieron seis días fuera de la fábrica luego que, en cumplimiento de una orden judicial, la financiera G Capital tomó posesión del inmueble para garantizar el pago de 10 millones de dólares que debe la empresa.

Hace cuatro años G Capital comenzó a financiar a Hilasal con 29 millones de dólares, pero ante las bajas ventas, la empresa textil cayó en morosidad y ahora adeuda 10 millones de dólares a la financiera, que obtuvo la orden del juez sexto civil con sede en el Distrito Federal para que le entreguen la planta a fin de garantizar el crédito.

G Capital tomó posesión del terreno y desde el miércoles pasado ha impedido el paso a trabajadores y ejecutivos.

Sin embargo, quien recibió el exhorto, el juez quinto en materia civil, con sede en Guadalajara, concluyó que la resolución se extralimitó y ordenó la restitución de la planta a Hilasal para que se reabra la fuente de trabajo.

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tomó conocimiento del caso el sábado, cuando se iniciaron las negociaciones entre empresa y financiera.

La STPS constató que la fábrica está cerrada y ello ofrece a los trabajadores bases legales para una huelga, a la cual ya emplazaron.

Eduardo Almaguer Ramírez, titular de la STPS, dijo que lo más probable es que el miércoles la planta sea entregada a la empresa y vuelva a trabajar con normalidad. Nuestra obligación es garantizar la estabilidad, pero si no llegan a un acuerdo estallará la huelga. El hecho es que los derechos de los trabajadores están garantizados, dijo.

Consideró que tanto la financiera como la empresa se encuentran presionadas por la orden de entregar la planta y por el emplazamiento a huelga.

Luego de reunirse con Alejandro Rodríguez, responsable financiero de Hilasal; Jorge Sepúlveda García, representante jurídico, y con el director general de G Capital México, Francisco Garza, el secretario confió en que pronto se logrará una solución.

El objetivo, explicó, es que G Capital no vuelva a recurrir al embargo, a fin de dar certidumbre a trabajadores, proveedores, clientes e inversionistas. Reabrir en el estado actual resuelve de momento el problema de los trabajadores, pero no garantiza la continuidad laboral, agregó.