Buenos Aires, 11 de noviembre.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner regresará el próximo 18 de noviembre a sus actividades gubernamentales, informó esta tarde el secretario de Comunicación Pública Alfredo Scoccimarro, después de que los últimos controles médicos determinaron la ausencia significativa de arritmia cardiaca.

La mandataria permaneció 30 días en reposo después de ser intervenida quirúrgicamente por un hematoma craneal, y el pasado 9 de noviembre los médicos le dieron el alta ante la evolución favorable.

Sin embargo, estaban pendientes los exámenes cardiológicos que se hicieron este fin de semana, lo que culminó satisfactoriamente.

En los últimos días Fernández de Kirchner recibió a algunos de sus colaboradores más cercanos para interiorizarse de los detalles importantes y durante esta semana seguramente mantendrá encuentros con sus ministros en la residencia presidencial de Olivos.

Durante su ausencia ocupó la presidencia interinamente el vicepresidente Amado Boudou, como establece la Constitución, y durante este periodo se mantuvo la institucionalidad absoluta, a pesar de una serie de rumores y predicciones políticas interesadas en crear dudas y caos.

En el momento de reasumir la presidencia Fernández de Kirchner encontrará un escenario muy especial. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, más conocida como ley de medios, declarada constitucional por la Suprema Corte de Justicia en los artículos rechazados por el Grupo Clarín, está en marcha luego que debió esperar cuatro largos años para entrar en vigor debido a una serie de obstáculos empresariales-judiciales.

La mandataria soportó una más que dura presión de ese grupo mediático, que aparece como a la cabeza de la oposición política. Sin embrago, la ley respaldada por organismos internacionales, por sus alcances democratizadores de la información, terminó imponiéndose.

La propia Organización de Estados Americanos(OEA) reconoció que no afectaba la libertad de expresión, como se quiso denunciar por parte de periodistas del Grupo Clarín, que finalmente tiene que reasignar sus posiciones monopólicas.

Por estas horas las actas y archivos encontrados recientemente en los sótanos del edificio de la fuerza aérea, podrían acelerar las investigaciones sobre la empresa Papel Prensa, que quedó en manos de Clarín, La Nación y La Razón en una jugada en que intervino en forma directa la dictadura militar (1976-1983), casi inmediatamente después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

El ex accionista Rafael Ianover consideró que los papeles recientemente hallados de las juntas militares podrán determinar responsabilidades.

Ianover y Lidia Papaleo, la esposa de David Graiver –quien fuera dueño de esa empresa, y despareció misteriosamente en 1976, cuando volaba en un avión alquilado sobre territorio mexicano–, así como otros familiares, fueron obligados bajo presiones, amenazas, secuestros y torturas a vender sus acciones en la empresa.

Los destinatarios fueron los medios anteriormente citados y eso constituyó un esquema de poder que se mantiene hasta estos días. La justicia pidió las actas de la junta militar sobre Papel Prensa.

Esas actas seguramente confirmarán lo que ya sabemos. Me siento optimista en el sentido de que se convierta en una investigación clara y definitiva sobre los hechos aberrantes que ocurrieron en esa época, dijo Ianover, quien considera que la causa judicial –en manos del juez Julián Ercolini– vino muy lenta hasta ahora y la documentación encontrada podrá acelerar la investigación y el consiguiente fallo judicial, a fin de determinar la responsabilidad que le cabe a los acusados.

“Mi expectativa consiste en que la justicia, por medio de esas actas, confirme la asociación ilícita entre los tres diarios –Clarín, La Nación y La Razón– y el gobierno de facto para quedarse con Papel Prensa”, sostuvo. Entre los documentos encontrados hay 13 actas –de un total de 280– que demuestran que la detención de la familia Graiver estaba relacionada con la venta de Papel Prensa.