En 2014 el gobierno federal enviará al Congreso una iniciativa para realizar una gran reforma al campo mexicano, anunció el presidente Enrique Peña Nieto.

Asimismo, formalizó la transformación del Procampo en un nuevo programa denominado Proagro Productivo, el cual consiste en entregar apoyos diferenciados a partir de criterios de productividad.

Durante un encuentro con los integrantes del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), el mandatario escuchó al presidente del organismo, Benjamín Grayeb, agradecer al gobierno federal por su sensibilidad al diseñar un régimen fiscal especial para las actividades agrícolas, así como en la propuesta del proyecto de Presupuesto de Egresos para elevar 8 por ciento –una cifra récord– los recursos destinados al agro en el ejercicio fiscal del próximo año.

De ese modo, a decir del dirigente, los productores del campo por primera vez en mucho tiempo tenemos un presidente de la República que es nuestro aliado.

En un hotel de Polanco, el jefe del Ejecutivo recalcó su compromiso de desplegar una política agroalimentaria por la cual lleguen más productos de origen nacional a las mesas del país y al resto del mundo.

Se trata –dijo– de conciliar mayores ingresos para los productores y mejores precios para el consumidor. Reiteró el compromiso asumido el pasado lunes en Nayarit, de pasar de los subsidios a los incentivos productivos para dejar atrás el enfoque asistencialista. Señaló que la meta es también elevar el producto interno bruto agropecuario y lograr una balanza comercial superavitaria en ese sector hacia el final de esta administración.

Peña Nieto expuso la estrategia de su gobierno para el agro: respaldar a los pequeños productores para lograr la elevación de sus rendimientos por hectárea a partir de mayor certeza jurídica y la transformación del Procampo, a partir de la productividad, e incrementar la disponibilidad de fertilizantes mexicanos, pues actualmente sólo 15 por ciento de los utilizados se fabrican aquí y la mayoría de los campesinos no pueden adquirirlos por su elevado costo.

El mandatario ubicó su propuesta de reforma energética y las inversiones en nuevos gasoductos como centrales en ese objetivo.

Otras estrategias son: facilitar el uso de semillas mejoradas y asegurar la sanidad de los alimentos; incrementar el riego en el país; otorgar mayor crédito y servicios financieros, pues actualmente –admitió Peña– menos de 10 por ciento de las unidades productivas tienen acceso a ese tipo de recursos; sincronizar la oferta y la demanda de productos agropecuarios, y dar un moderno marco legal al campo.

Para esa reforma, dijo, el gobierno buscará el diálogo y la corresponsabilidad con las organizaciones campesinas, los emprendedores y los legisladores. Se busca una transformación integral del sector rural.

Se pretende, sobre todo, incidir de manera tangible y de raíz en la reducción de la pobreza que lamentablemente se vive en el medio rural, y fortalecer la seguridad alimentaria.

En la misma ceremonia, el Presidente entregó el Premio Nacional Agroalimentario, según el tamaño de las unidades productivas, a las empresas Invernaderos de Producción Aguilares, Productos Alimenticios La Moderna, Beta Santa Mónica y Tyson de México.

Benjamín Grayeb habló de los retos del agro en el mundo y pidió acciones inmediatas, sobre todo ante las estimaciones de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, de que América Latina y África están llamados a ser las grandes regiones proveedoras de alimentos en el futuro.