Me encuentro muy bien en términos vocales, dice el bajo-barítono Leszek Zawadka
Cuando ya no sienta nervios antes de salir al escenario, dejaré de cantar
Con la Ópera de Bellas Artes hará dos papeles de viejitos
en La Boheme, de Puccini
Adelanta que prepara un disco con varias grabaciones de su trayectoria profesional de 40 años
Martes 5 de noviembre de 2013, p. 7
Hasta que la voz lo permita y el cuerpo aguante. Tal es el plazo que se ha fijado el bajo-barítono Leszek Zawadka (Varsovia, 1953) para retirarse, luego de que el pasado febrero cumplió 60 años de edad y que desde 2012 festeja cuatro décadas de trayectoria profesional.
“Cuando me escucho en grabaciones antiguas, me doy cuenta de lo mucho que he cambiado. Ahora tengo más vivencias, experiencias y saberes.
Sin embargo, los intérpretes padecemos una tragedia, sobre todo se ve en los bailarines, pero también en los cantantes, que es que con el tiempo ya no tenemos las mismas fuerzas y sufrimos problemas propios de la edad
, admite.
¡Claro que he pensado en el retiro! Es algo natural, tarde o temprano. Pero aún me siento muy bien en términos vocales. Sólo dejaré de cantar profesionalmente, por un lado, cuando la voz ya no me dé más y, por otro, cuando deje de sentir nervios antes de salir al escenario. Hasta que eso ocurra, seguiré adelante
.
El cantante de origen polaco, avecindado en México desde finales de los años 80 del siglo pasado, hace ver que existen muchos personajes de edad avanzada en gran parte de los títulos operísticos, por lo cual considera que le queda cuerda para mucho rato.
Como testimonio de esto, destaca su participación con dos papeles secundarios en el próximo título de la temporada anual de la Ópera de Bellas Artes, La Boheme, de Giacomo Puccini, que se presenta desde el pasado domingo en el Palacio de Bellas Artes. Ambos son de viejitos
, precisa.
Docencia y práctica
La plática con el cantante Leszek Zawadka, también promotor cultural –cuyo nombre quedó asociado de manera indiscutible con el desaparecido Coro de Niños Cantores de Valle de Chalco, del cual fue fundador y director de 1990 a 2004– se debe precisamente al festejo por 40 años como cantante.
Además de un par de recitales que diseñó ex profeso –de los cuales ha dado ya varias funciones al lado del pianista Józef Olechowski, su coterráneo–, Leszek Zawadka prepara desde hace unos meses un disco compacto con grabaciones de diferentes épocas de su carrera.
Este es un proyecto en el que trabaja de manera conjunta con el contratenor y productor mexicano Héctor Sosa, y cuyo resultado final estima tener listo entre finales de enero o principios de febrero próximos.
Entre el material recabado a la fecha, señala, se encuentra su memorable Bartolo de El barbero de Sevilla, por el cual fue ovacionado en la Ópera de París, en 1989, como parte del elenco de la Ópera de Cámara de Varsovia.
Otras participaciones operísticas que incluirá ese álbum son en The Rake’s Progress, de Igor Stravinsky, que fue registrada en el Palacio de Bellas Artes a principios de los años 80 del siglo pasado; y Don Giovanni, de Mozart, de esa misma época y lugar, dirigida por el desaparecido Eduardo Mata.
Además de la primera versión escénica que la Compañía Nacional de Danza hizo de Carmina Burana, de Carl Orff, también con Mata en la batuta, en el mencionado disco se incluirán grabaciones del archivo personal de Leszek Zawadka con lieder acompañado por piano.
Asegura que no obstante lo esporádico de sus presentaciones en los escenarios, debido a su responsabilidad al frente del coro que fundó, procuró mantener siempre ejercitado y en buen estado su instrumento, para lo cual, dice, fue determinante su trabajo de docente, principalmente en el Conservatorio Nacional del Música, de donde se jubiló el año pasado.
Me gustaba enseñar con el ejemplo. No sólo impartí teoría, sino también mostré cómo hacerlo, además de que por lo menos tenía una actuación al año. Esto ayuda a mantenerme preparado
, agrega el intérprete, quien realiza negociaciones para presentar en un café de la colonia Condesa un espectáculo de cabaret con obras de Kurt Weill.