Madrid, 23 de octubre.

Un hombre vestido con una sotana de cura y que portaba un arma de fuego entró de manera furtiva en la casa en Madrid del ex tesorero encarcelado del Partido Popular (PP), Luis Bárcenas, y tras maniatar a su esposa, Rosalía Iglesias, le exigió los discos duros y los soportes informáticos donde guardaba la información relacionada con el caso abierto sobre la presunta corrupción generalizada en el partido.

El agresor, un hombre de unos 60 años, fue reducido por el hijo del ex dirigente del PP y por un miembro del equipo de seguridad privada que trabaja en su edificio.

Bárcenas se encuentra en la prisión de alta seguridad de Soto del Real desde julio pasado, cuando el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, ordenó su ingreso en la cárcel sin derecho a fianza por una serie de delitos relacionados con una trama de corrupción a gran escala, en la que están involucrados destacados líderes políticas de la derecha española y un grupo de empresarios de la construcción.

Uno de los hombres clave de la llamada trama Gürtel es el ex tesorero del PP, quien controló las finanzas del partido durante dos décadas y quien era el responsable de entregar los supuestos sobres con los sobresueldos ilegales que recibían cada mes los principales dirigentes, incluido el actual mandatario español Mariano Rajoy.

El ex tesorero del PP cambió de estrategia tras su ingreso en prisión, cuando su partido le retiró su apoyo -incluido el pago de su defensa- y se desvinculó de los más de 15 millones de euros que se fueron localizando en diversas cuentas bancarios en paraísos fiscales, sobre todo en Suiza. Al sentirse traicionado, Bárcenas decidió contar la verdad y entregar a la justicia una serie de pruebas y documentos que confirmaron las peores sospechas de los fiscales: que el PP tenía una doble y hasta triple contabilidad que le servía para financiarse al margen de la legislación, así como para pagar sobresueldos a sus dirigentes y recibir comisiones o sobornos por parte de empresarios a cambio de obras públicas.

La última aparición pública de Bárcenas fue el pasado viernes, cuando compareció a través de una video-conferencia en un juicio abierto en su contra en Castilla La Mancha en el que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, lo acusó de injurias. Bárcenas ratificó que él mismo entregó en mano sobres con sobresueldos ilegales a De Cospedal.

Durante la sesión el ex tesorero dio validez a las pruebas que entregó sobre los recibos firmados por los dirigentes del PP de la región, en el que ratificaban la entrega de 100 mil euros que supuestamente fueron utilizados en la campaña, pero que no figuran en la contabilidad oficial. En medio de esta batalla judicial, fue detenido el asaltante de su vivienda, que fue identificado como Enrique Olivares García y quien tiene antecedentes penales por robo. Según el relato de la trabajadora doméstica de la vivienda, el falso cura tocó a la puerta y se presentó como un sacerdote que venía de Instituciones Penitenciarias. Le abrieron la puerta y una vez dentro sacó una pistola de un maletín y maniató a la trabajadora, a la esposa de Bárcenas y a su hijo. Un vecino escuchó los gritos de auxilio y llamó a la policía, que cuando llegó se encontró que el hijo de Bárcenas había logrado reducir al asaltante.