El escenario político afectó la profundidad de la propuesta, dicen
Martes 17 de septiembre de 2013, p. 31
La reforma fiscal propuesta por el gobierno federal –presentada hace apenas una semana– se quedó corta
, no tiene un impacto significativo en la ampliación de la base impositiva y no representa un cambio estructural del régimen fiscal, afirmaron expertos del grupo financiero Santander México.
Un reporte especial
sobre la reforma financiera, firmado por los analistas Rafael Camarena y Héctor Chávez, afirma que la debilidad actual de la economía y el complicado escenario político afectaron la decisión del gobierno de ir por una reforma más produnda (incremento del IVA a alimentos y fármacos, por ejemplo), en nuestro punto de vista
.
De ahí que consideren que lo más probable es que la propuesta gubernamental decepcionará a los mercados, a los analistas del sector privado y las agencias calificadoras, pero sobre todo, resultó en una reforma con un impacto y un alcance más limitado al previamente pensado
, pues planea recaudar ingresos adicionales para el gobierno por sólo 1.4 por ciento del PIB de 2014 y esa recaudación extra sólo se elevaría a 3 por ciento hasta 2018.
Camarena y Chávez, en el análisis Reforma fiscal: una sorpresa decepcionante, forzada por la realidad, prevén una amplia discusión en torno a las medidas anunciadas por el gobierno, como ya ocurrió la semana pasada, junto con mayor información sobre los puntos que contiene. “Sin embargo, el espíritu de la reforma probablemente permanecerá sin cambio. Más que una reforma, vemos esta propuesta como una simplificación de los regímenes actuales de impuesto sobre la renta e IVA que recaudan ingresos de los ‘sospechosos usuales’, sin un significativo efecto en el aumento de la base impositiva. Pensamos que queda corta ante las necesidades de México: un cambio estructural de su régimen fiscal. Nuevamente el complicado entorno político y la debilidad económica forzaron al gobierno a no tener la profundidad esperada, en nuestro punto de vista”.
Adelantan que las medidas propuestas buscan simplificar y eliminar algunas excepciones de IVA y algunos regímenes especiales de impuesto sobre la renta, pero no ensanchan la base gravable al dejar sin cambio el IVA a alimentos y medicinas. En este concepto, explican que la mayor parte de la recaudación adicional de impuestos, equivalente a 1.4 por ciento del PIB del año entrante, deberá generarse a partir de impuestos especiales a bebidas endulzadas y combustibles fósiles que generará casi 40 por ciento del ingreso adicional; la estructura del impuesto sobre la renta afecta a individuos de altos ingresos (con 25 por ciento del ingreso adicional planteado para las finanzas públicas, y ajustes a ciertas exenciones del IVA de las que derivaría 23 por ciento más recursos, mientras alimentos y medicinas permanecerán a tasa cero.