Trazos tintados en blanco y negro abren camino desde la oscuridad para surgir en Arando la libertad, exposición gráfica de Arturo García Bustos.

“Quisiera haber grabado Los desastres de la guerra, esa maravillosa serie que hizo Francisco de Goya. Empecé, pero no he seguido porque me atormenta demasiado la realidad que vivimos en México”, habló en voz queda el grabador y muralista de 87 años, a la espera de la inauguración en el Centro Cultural Bicentenario de las Américas, en el Centro Coyoacán.

Desde la penumbra surgen la veintena de grabados que claman por la libertad y retoman las luchas latinoamericanas: rebeldes con fusil o cuchillo que se enfrentan aguerridos contra la intervención, imágenes de la cárcel y la represión, el oprimido a punto de ser golpeado por la fuerza violenta del Estado. Guatemala, Uruguay, Cuba o México son los escenarios. También retratos de Augusto César Sandino, Pablo Neruda, Fidel Castro y Emiliano Zapata, incluso uno del poeta Walt Whitman.

Mi trabajo de mucho tiempo se inició en el Taller de Gráfica Popular, era una verdadera proeza colectiva porque hacíamos grabados para que sirvieran. No somos artepuristas, hemos hecho un trabajo para transmitir un mensaje, una emoción, de toda la vida, conversó en una apertura poco común, ante la desaparición inesperada de energía eléctrica, que obligó a inaugurar entre luz de velas.

Un alud de palomas se enfrenta a los caballos del apocalipsis y los empieza a deshacer, la obra titulada Las fuerzas de la paz son más poderosas que las de la guerra. García Bustos relató que el grabado en madera se lo encargó el general Lázaro Cárdenas, cuando se estaba creando el movimiento de liberación de México, se hizo un congreso continental.

Salir al encuentro de la vida

Con una veladora sostenida en alto con la mano derecha, García Bustos va recorriendo lentamente el recinto ubicado en el Jardín Centenario. La diminuta flama ilumina con el paso lento cada una de las obras. Es de un largo tiempo de distintos momentos de mi historia, pero que los he hecho con mucha pasión y mucho interés en cada caso por la función que van a tener.

Se queda frente a una, titulada Luchas de liberación en América y orgulloso relata que en una exposición el músico ruso Aram Khachaturian, al verla, exclamó: ¡Le voy a poner música!

El artista, quien trabajó al lado de Pablo O’Higgins, Leopoldo Méndez y Alfredo Zalce, volvió a la memoria más atrás y recordó a su maestra Frida Kahlo. En su honor realizó al retrato de Withman, porque ella amaba la obra del poeta, y “era tan maravillosa maestra que se sentaba al lado a leernos Hojas de hierba”.

La muestra, que sólo se expondrá este fin de semana en el edificio frente al Jardín Centenario de Coyoacán, fue planeada como parte del primer Foro México-Cuba La vigencia del pensamiento martiano en América Latina, organizado por el Partido de la Revolución Democrática y la embajada de Cuba, en honor a la isla caribeña, en el centro del salón aparecen dos imágenes: una del revolucionario Ernesto Che Guevara desembarcando y una de Fidel Castro al pronunciar un discurso.

Mientras el listón rojo esperaba la ceremonia oficial en que fue cortado, atrás de García Bustos, rodeado de veladoras blancas, Emiliano Zapata, el caudillo del sur, apunta severo el dedo al espectador y en la otra mano porta su fusil. Tú, ¿qué has hecho para defender las conquistas por las que nosotros dimos la vida? Así, inquisidor, desde la obra del artista, quien cuenta que ha encontrado su grabado en camisetas, de pronto en manifestaciones, ha sido reproducido en diversas latitudes. Y como sus obras, explica, son expresiones artísticas que salen al encuentro de la vida, las pone uno en un lugar público y ahí llegan las personas, como ocurre con el mural monumental que plasmó en el Palacio de Gobierno de Oaxaca.

Creo que los que están haciendo un arte vacío, no están pintando la realidad, porque la realidad es espantosa. Cuando uno pinta la realidad, está haciendo el arte de su tiempo, afirma antes el artista.

Mientras tanto, la obra sigue bajo la penumbra. En espera de la luz de un nuevo día para poder observar la libertad.